“Si siempre tenemos el mismo cultivo, este ya tiene plagas y enfermedades asociadas, tiene malezas que ya están adaptadas a crecer en conjunto. Y si se continúa con un solo cultivo, entonces vamos a aumentar la cantidad de semillas de esas malezas, la cantidad de esporas, la cantidad de insectos-plaga y tendremos cada vez más problemas que generalmente los productores intentan resolver usando cada vez más agroquímicos”, comentó Simon Fonteyne, coordinador de investigación agronómica para América Latina del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Durante su ponencia en el marco de Expoceres 2023 —uno de los eventos del sector agrícola más importantes del país, organizada por Grupo Ceres—, el investigador del CIMMYT señaló que ante esta problemática existen soluciones, como la diversificación de cultivos, que, “en cambio, nos permiten disminuir la incidencia de esas plagas, reducir la semilla de maleza y reducir la dependencia de agroquímicos”.
Al tener más de un cultivo en un mismo terreno a lo largo de los años, la diversificación con cultivos alternativos ofrece amplios beneficios, como romper los ciclos de plagas, malezas y enfermedades; fijar nitrógeno —si se incluyen leguminosas—; mejorar la fertilidad; obtener mayores rendimientos; incrementar la biodiversidad; diversificar las cargas de trabajo y reducir los riesgos climáticos.
“No todos los cultivos florecen o maduran en el mismo momento, así que si tenemos diferentes cultivos se reducen los riesgos climáticos. Por ejemplo, si llega una granizada o una sequía y tenemos un solo cultivo, entonces puede ser que todo se pierda, pero si tenemos diferentes cultivos no todos van a tener la misma susceptibilidad al mismo tiempo. Puede ser que la sequía afecte al maíz, pero no al frijol, y así no vamos a perder todo si tenemos varios cultivos”, puntualizó Simon Fonteyne.
Para algunos productores en el norte de México optar por cultivos alternativos suele ser una decisión compleja porque a veces no es tan fácil encontrar cultivos que tengan una ganancia similar a los cultivos de alto rendimiento que acostumbrar establecer. No obstante, la diversificación de cultivos puede aportar otro tipo de ganancias.
“Los resultados que hemos visto en diversos ensayos con relevo de dolicos o canavalia, por ejemplo, es que los rendimientos con 80 unidades de nitrógeno son casi los mismos que con 160 unidades. Esto significa que podríamos reducir la fertilización nitrogenada hasta la mitad teniendo los mismos rendimientos. Además, con los precios del nitrógeno actuales, eso se vuelve una propuesta bastante viable para la economía del productor”, refirió el investigador.
“En parcelas de investigación la rotación maíz-trigo ha aumentado el rendimiento del maíz una tonelada por hectárea en promedio; y tratamientos de rotación maíz-frijol han aumentado el rendimiento del maíz 1,5 toneladas por hectárea en promedio”, señaló Simon Fonteyne, quien refirió que estos resultados positivos también se han observado en las parcelas de los productores que han adoptado alguna de las varias formas de diversificar: rotaciones —diferentes cultivos cada año—, policultivo —diferentes cultivos en conjunto, como la milpa—, cultivos de relevo —otro cultivo sembrado antes de la cosecha del cultivo anterior—, cultivos de cobertura —sembrado después de los cultivos principales, sin objetivo de cosecharlo, pero sí para fijar materia orgánica o nitrógeno— o agroforestería —inclusión de árboles en la agricultura—.
Este es un extracto de la ponencia ¿Por qué establecer nuevos cultivos? Ventajas de los cultivos alternativos en el norte de México. Te invitamos a verla completa dando clic aquí.