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Avances en la sustentabilidad del agua en el cultivo de cebada

Optimizar el uso del agua en la producción de cebada es clave para garantizar la sustentabilidad. Con prácticas como el diseño de riego y la agricultura de conservación, productores pueden mejorar sus rendimientos y reducir el impacto ambiental.

Parcela del productor Anastacio Mendoza, quien participa en la iniciativa de HEINEKEN México y el CIMMYT, en Comonfort, Guanajuato. (Foto: Alicia García)
Parcela del productor Anastacio Mendoza, quien participa en la iniciativa de HEINEKEN México y el CIMMYT, en Comonfort, Guanajuato. (Foto: Alicia García)

En el campo, cada gota de agua cuenta. En un contexto de escasez hídrica y variabilidad climática, la eficiencia en el riego se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola. Conscientes de esta realidad, HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han unido esfuerzos a través del proyecto Cultivando un México Mejor, una iniciativa que busca transformar la producción de cebada mediante la implementación de prácticas sustentables y la optimización del uso del agua.

En este sentido, el diseño de riego es una de las estrategias clave dentro del proyecto, pues permite mejorar el desarrollo del cultivo, incrementar los rendimientos y reducir la pérdida de agua por evaporación o escurrimiento. De acuerdo con los especialistas, un riego eficiente no solo garantiza la hidratación del cultivo en los momentos críticos de su desarrollo, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades como la «secadera» (Fusarium graminearum) y la roya lineal (Puccinia striiformis), además de facilitar una mejor absorción de fertilizantes.

Los avances en la implementación de riego tecnificado dentro del proyecto han sido visibles en diversas parcelas de productores participantes. En Comonfort, Guanajuato, por ejemplo, la cebada sembrada bajo el sistema de agricultura de conservación (conservando el 100 % de rastrojo) ha demostrado sus amplios beneficios. La técnica Alicia Giselle García, quien da acompañamiento técnico en la región, describe la importancia de este enfoque:

“El sistema de riego tecnificado nos permite tener mayor control de la cantidad de agua necesaria que se aplica en un cultivo, evitando el exceso que al final la planta no aprovecha. El sistema de agricultura de conservación nos permite una mayor resiliencia en el cultivo ya que, en este caso, la persona encargada de aplicar el riego tuvo una emergencia y el riego se atrasó una semana, pero gracias a la agricultura de conservación, e incluso siendo el primer ciclo que el productor la implementa, le permitió a la planta contar con la humedad necesaria y por más tiempo para que siguiera desarrollándose de manera óptima”.

Además de estas acciones para mejorar el riego a nivel parcela, en la plataforma experimental del proyecto se han realizado evaluaciones para determinar los momentos clave de aplicación del riego. Según reporta el técnico Juan Quiroz, estos seguimientos permiten ajustar las estrategias para mejorar el aprovechamiento del agua y maximizar los rendimientos.

Así, los especialistas en riego del CIMMYT recomiendan que los productores nivelen sus parcelas para evitar escurrimientos innecesarios, mantengan surcos de menos de 300 metros de longitud y eviten acumulaciones de agua sobre las camas de siembra. También sugieren realizar surcos profundos de entre 20 y 30 cm, lo que permite una mejor infiltración del agua y evita el desarrollo de enfermedades. Además, implementar un diseño de riego bien planificado puede reducir hasta un 30 % el uso de agua y energía, así como minimizar la proliferación de malezas como el zacate de agua (Echinochloa sp.) y disminuir el riesgo de acame.

El trabajo conjunto entre productores, técnicos y científicos en el marco del proyecto Cultivando un México Mejor está generando un cambio significativo en la forma en que se cultiva la cebada en México. Gracias a la combinación de prácticas como la agricultura de conservación y el riego eficiente, se está logrando un uso más racional del agua, mayores rendimientos y una menor afectación ambiental.

Para Heineken México y el CIMMYT, esta iniciativa es un claro ejemplo de cómo la ciencia, la tecnología y la capacitación pueden transformar la agricultura y contribuir a la construcción de un futuro más sustentable.