El objetivo del acompañamiento técnico a productores de maíz y frijol de autoconsumo beneficiados con el programa PIMAF es brindar asesoría técnica de calidad que le permita al productor mejorar los rendimientos de su cultivo, así como disminuir los costos de producción, esto mediante la transferencia, adopción y adaptación de tecnologías e innovaciones sustentables acordes con sus condiciones ambientales, culturales y sociales.
El trabajo desarrollado por los técnicos en su papel de extensionistas ha permitido un impacto positivo en los productores de las diferentes localidades atendidas en el estado de Veracruz. Tal es el caso de la asesora técnica Blanca Laringa Guzmán, quien atiende al municipio de Tezonapa. Después del levantamiento de un diagnóstico situacional y línea base, llegó al acuerdo con sus productores de que las principales necesidades detectadas serían atendidas mediante el establecimiento de módulos y/o áreas de extensión, donde una de las prácticas primordiales será la realización de la dobla de la milpa como medida para disminuir daños por plagas y enfermedades.
Otra de las temáticas importantes es el secado del grano y la realización de una cosecha en tiempo y forma, además de promover la utilización de tecnologías herméticas. Actualmente los productores cuentan con trojes de madera en las que el grano se daña rápidamente, así lo manifestó el productor Erasmo García Magdaleno.
Blanca Laringa también integrará innovaciones en las trojes para mejorar su funcionamiento, tales como el uso de cal, uso de plantas aromáticas y con propiedades repelentes como el epazote y la hierba santa.
Por otra parte, el productor Ciro Correa Arriaga, de la localidad de Tilica, expresó: “Después de las capacitaciones recibidas estoy de acuerdo en la necesidad de dejar rastrojo como cobertura para el suelo, para que no se siga lavando, porque en la ladera nos quedaremos sin tierra”, razón por la cual se establecieron módulos que promueven dejar un porcentaje de rastrojo como cobertura para el suelo.
Mientras tanto, en Tehuipango, Veracruz, uno de los municipios más marginados del estado, el asesor técnico Mauricio Garibay realiza en conjunto con los productores a su cargo, innovaciones en los módulos que se basan en el cultivo en relevos con semillas criollas de la zona, tales como haba y chícharo. Estos granos también son base para la alimentación familiar, pero el manejo no es adecuado y los rendimientos son bajos.
En octubre se estableció el modulo de Achichipico, Tehuipango, en el cual se intercaló haba y chícharo con el maíz para aprovechar mejor los espacios de terreno y la humedad del suelo. En este módulo se pretende dejar los residuos como cobertura al final del ciclo.
Los productores de la localidad se muestran sumamente entusiasmados con las innovaciones y acuden en grupo a realizar las prácticas, de esta manera se apropian de la técnica para replicarla en sus parcelas.