Larráinzar, Chis.- En la comunidad de Talonhuitz, municipio de Larráinzar, Chiapas, vive don Bernardino Hernández González y su familia: “Yo trabajo como productor en el campo, sembrando maíz, frijol, hortalizas como la calabacita, jitomate y tomate verde. También estamos trabajando las fresas. Como familia estamos nosotros y mis dos hijos. Para el trabajo en el campo nos apoyamos todos, como en la cosecha del mes, todos apoyan, y si hay cosecha de fresa ahí también llegan todos, hasta los niños, aunque están pequeñitos también lo pueden hacer para aprender”.
Don Bernardino y su familia participan en el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
“Antes no había un técnico que nos viniera a acompañar, nosotros veníamos aprendiendo un poco como podíamos, pero hace como tres años llegaron los ingenieros del CIMMYT, y de la plataforma, y así fue como nos empezaron a acompañar. Antes sembrábamos así por surco, por una brazada más lenta y larga, pero ahorita ya hacemos diferente la siembra y sus distancias, así que agradezco a Walmart Foundation y al CIMMYT por estar con nosotros”, comenta don Bernardino.
“Aquí tenemos la diversificación de cultivos con lo que es el tomate y la papa. La papa ya va para dos meses y se va a cosechar. De la parte de lo que hemos aprendido del maíz sobre todo ha sido la fertilización; el manejo de la semilla, principalmente para que no se eche a perder; también la selección de los maíces; la fertilización de los tomates, qué abono se les puede dar, y en este caso casi no le he dado abono ni tampoco químicos”, comenta Germán Hernández Hernández, hijo de don Bernardino.
“En estos tres años hemos captado las enseñanzas que nos han dado, compartir los conocimientos que traen ellos. Este año yo creo que sí va a haber buena cosecha de maíz y por eso agradezco a todos los que están colaborando en este proyecto de la vida. Gracias por estarnos compartiendo y educando”, dice Germán.
“Antes la calidad del grano para consumo estaba en un 50%, pero ahora ya está todo bien, sin una picada de gorgojo. Antes no, se echaba a perder muchísimo. Antes el tipo de fertilización se hacía voleadamente, ahorita nos enseñaron que se entierra y agarra mejor. Ha aumentado la producción del maíz, del frijol, así como la durabilidad de la semilla. Nos han enseñado muchísimas cosas y por eso para mí que siga el proyecto para así aprender más”, comenta Rodolfo Hernández Hernández, el otro hijo de don Bernardino.