León, Gto.- Una infestación no controlada de gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en un cultivo de maíz puede afectar significativamente la economía de los productores, ya que este insecto plaga afecta a la plántula, daña las hojas —lo que repercute en el desarrollo general de la planta—, o inhibe las inflorescencias durante la floración de la planta adulta.
El gusano cogollero puede disminuir desde 30 hasta 60% el rendimiento del maíz ya a cosecha. Su control convencional implica cuatro aplicaciones de insecticidas químicos que obviamente repercuten en altos costos de producción. Por esta razón en las comunidades Benito Juárez y La Cinta, en el municipio de León, Guanajuato, se promueven enfoques agroecológicos para reducir el uso de productos químicos.
La implementación de la estrategia de Manejo Agroecológico de Plagas que se promueve a través de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— contempla tres acciones principales: la primera son los monitoreos para identificar los insectos presentes en la parcela, determinar cuáles son benéficos y cuáles son plaga; determinar también los porcentajes de daño en el cultivo a través de los umbrales económicos de cada plaga y ver si es necesario o no emprender alguna acción de control.
El segundo punto es fortalecer el control biológico de las plagas mediante la liberación de algunos insectos benéficos, en el caso de las comunidades Benito Juárez y La Cinta se han liberado avispas del género Trichogramma, las cuales parasitan los huevos de lepidópteros —orden de insectos al que pertenecen las mariposas y las polillas, como la del gusano cogollero en su fase adulta— y también se han liberado chinches del género Geocoris, que se alimentan principalmente de insectos de cuerpo blando —como el gusano cogollero antes de ser polilla—.
Cabe mencionar que los insectos que se han empleado en esta estrategia proceden del Laboratorio de Reproducción de Organismos Benéficos del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (Cesaveg) —su liberación, así como la adquisición de feromonas a bajo costo, ha sido posible con el apoyo del gobierno municipal de León, a través de la Dirección de Desarrollo Rural municipal—. La intención, una vez liberadas, es que se reproduzcan en las parcelas y empiecen a hacer un control biológico de las plagas para reducir su incidencia en las parcelas.
El tercer punto de la estrategia es el uso de herramientas complementarias, tales como las feromonas de confusión sexual y las trampas con feromonas de atracción que se ponen en los tambos de 10 o 20 litros. Las feromonas de confusión sexual se colocan en un dispensador de fácil instalación y de descarga controlada. La feromona no provoca la muerte del insecto, solo evita que se aparee, lo cual es de suma importancia para evitar la postura de huevecillos que, de otra manera, más tarde se convertirían en un “verdadero dolor de cabeza” para los productores.
La recomendación técnica es que las trampas con feromonas se instalen inmediatamente después de la siembra —la dosis recomendada es instalar 30 dispensadores por cada hectárea de cultivo—; la razón de esto es para que la feromona se active y forme la nube de aroma que provoca la confusión sexual a la polilla macho del gusano cogollero. Cuando esto se hace antes de que emerja la planta de maíz se protege al cultivo desde la germinación hasta la etapa reproductiva del maíz.
Esta estrategia de Manejo Agroecológico de Plagas recién se ha implementado en el presente ciclo productivo en las citadas comunidades, no obstante, ya se ha notado una disminución en las aplicaciones: de cuatro que se hacían ahora los productores que están participando en MasAgro Guanajuato han hecho una sola aplicación y solo en algunos casos dos aplicaciones. Esto es que se ha reducido en más de 50% la aplicación de insecticidas y, consecuentemente, los beneficios de esta estrategia son directamente para el medioambiente y para la salud de los productores.