La agricultura de conservación es un sistema de producción sustentable que ofrece amplios beneficios a los agricultores: mejora la estructura y fertilidad del suelo, conserva mayor humedad y reduce los costos de producción, entre otros.
Aprovechar los rastrojos para proteger al suelo de la erosión, en lugar de quemarlos, es uno de los componentes básicos de la agricultura de conservación y, aunque con frecuencia esta práctica encuentra limitantes para ser adoptada plenamente, el sistema también ofrece muchas alternativas para irse adaptando a los más diversos entornos. Por supuesto, transmitir este mensaje a los agricultores representa un esfuerzo grande por parte de los promotores de la agricultura sustentable.
En Apan, en el estado mexicano de Hidalgo, por ejemplo, “algo que seguimos viendo como una limitante para adoptar la agricultura de conservación es que cada ciclo es común que los dueños de las parcelas cambien a quién rentan sus tierras. Si alguno ayuda a mejorar la calidad del suelo entonces su lógica es: «a mi terreno le están ayudando a nutrirse o recuperarse, pues tiene mejor valor y entonces lo puedo rentar a un precio mayor», así que prefieren hacer cambio de arrendatario con tal de tener un mayor ingreso” —pero sin dar continuidad a las prácticas sustentables—, señala la agrónoma Pilar Vázquez Martínez.
Consecuentemente, los productores que rentan —que son una proporción muy significativa y muchos de ellos trabajan extensiones muy grandes— consideran que ante el riesgo de que les dejen de alquilar las tierras y ellos no obtengan beneficios por sus esfuerzos, “prefieren retirar todo. Y retiran hasta el último rastrojo que hay en la parcela y casi parece que acaban de barrer. Empacan todo y hacen pacas que posteriormente se comercializan para obtener obtienen un ingreso que les ayuda a aumentar la rentabilidad de la tierra”, menciona Pilar, quien es consultora del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para el proyecto Aguas Firmes en la zona de Apan.
Aguas Firmes es un proyecto de Grupo Modelo – AB InBev y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.
“La propuesta que tenemos para estos agricultores, y que de hecho ya empezamos a hacer este ciclo otoño-invierno 2021-2022, es establecer cultivos de servicio. Este primer año manejamos ebo, girasol, rábano forrajero y canola. Con estos cultivos se busca mejorar la biodiversidad en la parcela, que haya un mayor número de organismos y que, con las diferentes profundidades que alcancen las raíces, mejorar el alcance que van a tener en un momento dado las raíces del cultivo principal que es la cebada”, señala Pilar.
“Con el ebo, que es una leguminosa y un abono verde, también se busca ayudar a fijar nitrógeno en el suelo y ayudar en la fertilización. La finalidad es no dejar el suelo desnudo durante el periodo que normalmente se deja sin cultivo y totalmente expuesto a las condiciones climáticas, altas y muy bajas temperaturas, vientos y algunas precipitaciones que provocan escurrimiento. Estos cultivos, que se sembraron a finales de octubre y principios de noviembre del año pasado, se incorporaron como abono verde en el mes de mayo de este 2022”.
“Lo que hemos podido observar es que al asistir a las capacitaciones los productores que están participando en el proyecto reflexionan y comprenden la importancia de realizar las prácticas que les sugerimos. Sin embargo, aún hay mucho por hacer y llevar esta reflexión a más personas porque, por ejemplo, a quienes ya están dejando el rastrojo les ha costado mucho cuidar esos lugares, porque es donde se congrega toda la gente que se dedica al pastoreo, llevan ahí a los animales porque ven el rastrojo como un residuo que no sirve de nada y asumen que está disponible para el consumo de su ganado”.
¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Aguas Firmes es un proyecto colaborativo entre la cervecera líder Grupo Modelo – AB InBev y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH a través de su programa develoPPP. Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es