El productor Arturo López Sandoval, de Sonora, comparte su experiencia con la Agricultura de Conservación, la cual realiza de la mano del Hub Pacífico Norte —del CIMMYT— desde 2010.
Por: ingeniero Ernesto Páez Corrales, técnico certificado en Agricultura Sustentable, despacho PAEMURI.
3 de septiembre de 2019.
Villa Juárez, Son.- “Nunca ha pasado por mi mente dejar de trabajar con Agricultura de Conservación. Soy consciente de que se necesita una mejor manera de trabajar el campo y sólo predicando con el ejemplo se puede lograr”, afirma Arturo López Sandoval, productor de Sonora que ha dedicado toda su vida a la agricultura y —desde hace 10 años— practica la Agricultura de Conservación de la mano del Hub Pacífico Norte, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Arturo viene de una familia de productores: su padre y abuelo lo fueron. Por circunstancias de la vida tuvo que abandonar la carrera de ingeniería en Agronomía, que estudiaba en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Cuando regresó a su lugar de origen comenzó a trabajar las mismas tierras que su abuelo cultivó.
Para este productor, la agricultura no sólo es la actividad económica con la que sostiene a su familia, sino también un modo de vida. Por eso participa activamente en las organizaciones agrícolas de su zona: desde 1986 es socio de la Unión de Sociedades de Producción Rural del Sur de Sonora (Uspruss) y desde 1994 se desempeña como presidente de la Sociedad Colonos de Villa Juárez. No obstante, ante los cambios en el mercado y el clima, optó por buscar alternativas que le permitieran hacer más rentable su actividad agrícola.
Así, en 2009 Arturo incursionó en la práctica de la Agricultura de Conservación por cuenta propia, con los conocimientos que él tenía sobre el tema. Y en 2010 empezó a trabajar de la mano del Hub Pacífico Norte, del CIMMYT. Además de maíz y trigo, sembró cártamo, soya, sorgo, tomatillo, frijol y garbanzo. No sólo logró diversificar su producción, sino que también tuvo ahorros de hasta $2,600 por hectárea.
Para compartir los beneficios de la Agricultura de Conservación con otros productores, Arturo decidió cooperar con el Hub Pacífico Norte para establecer en sus terrenos un módulo de innovación, es decir, parcelas demostrativas donde se implementan y exhiben los resultados de las prácticas sustentables que han sido validadas previamente en las plataformas de investigación.
A la fecha, este productor ha implementado diversas prácticas sustentables —como el uso de biofertilizantes, que le ha ayudado a lograr rendimientos estables en trigo— e introducido maquinaria especializada —adquirida con créditos que otorga FIRA— para sembrar bajo los principios de la Agricultura de Conservación, la cual se suma a las dos sembradoras que él mismo modificó —como dice él— “con lo que tenía a la mano”, adaptándolas para la siembra sobre la paja de cultivos anteriores.
Con Agricultura de Conservación Arturo logró sembrar 200 hectáreas de soya en 2016 y, en el ciclo otoño-invierno 2017-18, 120 hectáreas de garbanzo; de estas, varias fueron propias y algunas de otros productores que —después de conocer su predio— optaron por implementar las mismas innovaciones sustentables que él. Así, sin habérselo propuesto, Arturo López se convirtió en un pionero de la Agricultura Sustentable en su zona.
Por su experiencia, conocimientos y actitud solidaria, Arturo López forma parte de la red de innovación del CIMMYT, en la cual —más que investigadores, técnicos y otros productores— ha encontrado seres humanos con los que ha forjado una sólida amistad. Contemplando lo que ha logrado, manifiesta que todavía hay mucho trabajo por hacer, pues las prácticas convencionales siguen arraigadas en la cultura, por lo que enfatiza: “sembrar con Agricultura de Conservación me ha traído muchos beneficios, como el ahorro de agua —gracias a que la paja sobre el terreno preserva la humedad— y, sobre todo, la reducción de costos simplemente por dejar de laborear el suelo”.