“Siempre he creído que las soluciones están en el suelo. Por supuesto, el sistema global tiene un papel que desempeñar, pero el trabajo verdadero se da en el suelo, por eso es importante que apoyemos el trabajo de los pequeños agricultores, porque los alimentos que consumimos vienen su trabajo”, mencionó Alice Ruhweza durante el Congreso Interamericano de Agua Suelo y Agrobiodiversidad, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a través del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Ruhweza es miembro del Consejo Directivo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y es directora en África del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), donde encabeza y supervisa un programa regional que comprende más de 10 países para impulsar un nuevo marco regulatorio y de política pública para la conservación de la naturaleza de la mano de los productores.
A través de la conferencia magistral “Sistemas de alimentos positivos para la gente y el planeta”, Ruhweza enfatizó en el papel central de la agricultura para hacer frente al cambio climático: “La agricultura es responsable del 80 % de la deforestación global, responsable del 39 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, el 70 % del uso de agua dulce y el 70 % de la pérdida de la pérdida de biodiversidad terrestre, pero la agricultura no solo es un problema, también es una solución”, afirmó.
De acuerdo con Ruhweza , “la solución al cambio climático está en la gente, eso significa que debemos modificar la forma en la que producimos y consumimos. Necesitamos transformar nuestros sistemas agrícolas y debemos hacerlo produciendo, en las mismas tierras que están disponibles actualmente, suficientes alimentos para una población que crece, reduciendo al mismo tiempo el nivel de emisiones provenientes de la agricultura”.
“Hay tres cosas que podemos hacer: proteger los hábitats naturales que quedan de su conversión a la agricultura; manejar las tierras agrícolas de forma sustentable; y restaurar los suelos degradados. Para acelerar esta transición necesitamos investigación, por eso en WWF trabajamos con el CIMMYT; también necesitamos trabajar con la sociedad civil, con los gobiernos, las empresas, las instituciones financieras. Las alianzas son muy importantes y MasAgro —hoy Cultivos para México— es un gran ejemplo de plataformas que articulan los esfuerzos de todos los sectores”, aseveró la directora regional de WWF, quien además comentó que se tiene el propósito de llevar este modelo desarrollado en México a África.
Al respecto, Bram Govaerts, director general del CIMMYT, comentó que “Cultivos para México, referido por Alice Ruhweza como una forma de trabajar y coexistir, es una iniciativa que nos ha brindado muchos aprendizajes, particularmente en la forma de colaborar entre los distintos actores involucrados, por eso estamos muy orgullosos de que, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos y el interés de varios países de África, este modelo de innovación agrícola mexicano este siendo solicitado en otras latitudes”.
Cultivos para México es una iniciativa de la Secretaría de Agricultura que cuenta con el respaldo científico del CIMMYT y el apoyo de organizaciones como el INIFAP, la cual ha impactado en más de un millón de hectáreas y más de 300 mil productores que han adoptado prácticas agrícolas sustentables. Por su relevancia, la iniciativa ha despertado el interés y ha sido replicada en distintos países de América Latina, Asia y África.
En este sentido, Govaerts recordó a la audiencia que México ha hecho muchas aportaciones al mundo, incluyendo África: “variedades resistentes al gusano cogollero, nuevas formas de trabajar la tierra, la nixtamalización —una técnica que se está adoptando en África para combatir aflatoxinas—, entre otras”, pero también que “hay muchas cosas de África, mucho conocimiento de allá, que podemos aplicar aquí en México”, como las diversas soluciones para integrar agricultura y conservación de la naturaleza referidas por Ruhweza.