Irapuato, Gto.- En el estado de Guanajuato los productores enfrentan año con año la escasez de agua disponible para riego y, con esto, dificultades para regar toda su superficie. La tecnificación del riego y la Agricultura de Conservación —sistema basado en la mínima labranza, la cobertura del suelo y la rotación de cultivos— son una opción para solucionar esta problemática, pues permiten hacer un uso racional de los recursos, retener la humedad, aumentar el contenido de materia orgánica del suelo y —con el tiempo— recuperar la fertilidad de la tierra.
En la plataforma de investigación Irapuato III HEINEKEN-Diciva se ha investigado el balance de agua en los cultivos de cebada y maíz establecidos bajo riego superficial y riego por goteo (en Agricultura de Conservación y labranza convencional). En uno de los experimentos se sembró cebada (de la variedad esperanza) y, en términos generales, se observó que con Agricultura de Conservación solo se tuvieron que hacer cuatro riegos de apoyo durante todo el ciclo, mientras que con labranza convencional se realizaron cinco.
De manera específica, el experimento consistió en cuatro tratamientos con dos repeticiones, es decir, ocho parcelas (de 1,130.8 m2). En cuatro parcelas se instaló el sistema de riego por goteo, y en las restantes, el de riego superficial por compuertas. La diferencia entre sistemas de labranza radicó en el rastrojo que se dejó: 0% y 50%, respectivamente.
Para medir las entradas de agua, en la línea de suministro del riego se instaló un medidor volumétrico, mientras que para contabilizar las salidas se instalaron vertedores en el dren de la cola de los surcos de cada parcela con riego superficial. Y para medir el volumen de agua de entrada en el riego por goteo, se acoplaron medidores volumétricos en el cabezal de riego; para evaluar las salidas por evapotranspiración del cultivo, se utilizó un software alimentado con las condiciones climatológicas del sitio.
Para evaluar la tensión de humedad en el suelo, se instalaron tres sensores en diferentes profundidades (30, 60 y 90 cm). Esto se hizo en cada parcela, dando un total de 24 sensores. Las lecturas se hicieron cada tercer día durante el ciclo del cultivo. El análisis de los datos obtenidos permite afirmar que con una tecnificación integral y adecuada de la agricultura se pueden obtener ahorros de agua de entre 25 y 30%.
En suma, la implementación conjunta de la Agricultura de Conservación y el riego por goteo representa un ahorro de agua de hasta 30% con respecto a la labranza convencional y el riego superficial.
Es importante señalar que este estudio forma parte de un grupo más amplio en el que se han analizado las condiciones y situaciones particulares de los sistemas de producción (tipo de suelo, eficiencia de los sistemas de riego, número de días después de la siembra en que se aplican los riegos de auxilio, etc.). En este caso particular, la Agricultura de Conservación presentó mayor viabilidad que el sistema convencional debido a que conservó humedad residual por 12 días más.
Si se considera que aproximadamente 70% de toda el agua extraída de los ríos, lagos y acuíferos se utiliza para el riego y que alrededor de 2,200 millones de personas viven sin acceso a agua potable, esta acción conjunta de HEINEKEN México y el CIMMYT constituye un valioso aporte para cuidar de este líquido y recordar —como cada 22 de marzo, Día Mundial del Agua— que es importante impulsar acciones como esta para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible no 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030. Sigamos #CultivandoUnMéxicoMejor.