El 13 de diciembre se realizó la presentación de resultados de las actividades implementadas en el occidente de Guatemala por el Proyecto Buena Milpa, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), las cuales han ayudado a fortalecer la seguridad alimentaria y disminuir la pobreza de las familias del área rural.
El Proyecto Buena Milpa, en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), busca mejorar las condiciones de vida de las familias productoras, aumentando la sostenibilidad y la capacidad de recuperación de los sistemas agrícolas basados en maíz y disminuyendo la degradación ambiental.
En Guatemala el maíz es la base de la alimentación, por lo que el proyecto realizó varias actividades con el fin de conservar las semillas nativas de los productores, incluyendo la selección de los mejores granos de maíz, el manejo poscosecha y la construcción y adaptación de reservas comunitarias de semillas. La adopción de estas prácticas permitió a los productores diversificar sus sistemas agrícolas y contar con dietas más diversas.
Durante la ejecución de este proyecto, se apoyó a más de 13,000 familias agricultoras en los municipios de Huehuetenango, Quetzaltenango, San Marcos, Quiché y Totonicapán. Asimismo, se implementaron tecnologías agrícolas en 2,021 hectáreas de tierra y se capacitó a más de 23,000 productores, agentes de extensión agrícola, científicos y tomadores de decisiones en temas como la conservación y el mejoramiento participativo del maíz, la conservación de agua y suelo, la diversificación agrícola, las redes innovadoras y la inclusión social.
“Para alcanzar los objetivos, la estrategia ha sido trabajar con socios del Gobierno de Guatemala, universidades nacionales y extranjeras, organizaciones no gubernamentales y fundaciones en la transferencia de tecnologías agrícolas para el mejoramiento y la conservación del maíz, la sostenibilidad de suelo y agua y la diversificación de los cultivos, utilizando estrategias de apoyo como la innovación en redes locales para fortalecer los procesos de extensión y la inclusión social”, explica Luis Ramírez, coordinador del Proyecto Buena Milpa.
La estrategia de sostenibilidad del Proyecto Buena Milpa ha sido fortalecer las organizaciones y sus relaciones para que sigan trabajando con asociaciones de productores y, al mismo tiempo, se coordinen entre ellas para fortificar las cadenas de apoyo institucional que existen y que buscan reducir la pobreza y la desnutrición en Guatemala.
Durante el evento, también se desarrollaron unos foros en los que se abordaron tres temas: el maíz como eje de desarrollo del sistema milpa, la innovación y la inclusión social; las experiencias para la institucionalización; y la productividad y sustentabilidad del sistema milpa para la seguridad alimentaria. Además, hubo una exposición de las tecnologías agrícolas innovadoras que han implementado los socios colaboradores en las comunidades en las que trabajan y que van acordes con los cinco ejes del proyecto.
Los socios fueron los siguientes:
- Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA).
- Unidades de extensión de Totonicapán y Quetzaltenango, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).
- Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes (Asocuch).
- Asociación de Cooperación para el Desarrollo Rural de Occidente (CDRO).
- Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo).
- Fundación Agros.
- División de Ciencia y Tecnología del Centro Universitario de Occidente (Cunoc), de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
- Proyecto de Fitomejoramiento Participativo (Pfmp/Fundit).
- Asociación Comunitaria para el Desarrollo Serjus.
- Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM), de la Universidad Autónoma Chapingo.
- Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (Gira).
- Cooperativa La Igualdad.
- La Asociación de Desarrollo