El joven agronómo comprometido con la agricultura sustentable y Técnico Certificado en AC, falleció el domingo 11 de enero de 2014.
13 enero, 2014
Sencillo, solidario, inteligente y carismático, es como recordaremos a José de Jesús Sesmas Garfias, quien a sus 28 años se desempeñaba como un profesionista muy activo al dar asesoría técnica a los agricultores en el estado de Michoacán, con entrega y carisma, desarrollando capacidades en el campo en compañía de sus colegas.
Nació el 11 de diciembre de 1986 en la localidad de Chirangangueo, municipio de Tuzantla, Michoacán. Joven de familia rural, de tierra caliente. Estudió Agronomía en el Instituto Tecnológico del Valle de Morelia, carrera para la cual tuvo que poner mucho empeño y esfuerzo para terminarla, ya que debió trabajar para mantener sus estudios con el apoyo que le brindaba su hermano.
Desde 2009 se desempeñaba como asesor técnico con productores de Cuitzeo por parte del despacho Agrodesa S. C., y llevaba proyectos colaborativos con MasAgro. Jesús fue técnico certificado en AC en El Bajío y en 2014 participó como evaluador de este mismo curso, además de difundir en su actividad diaria las tecnologías MasAgro, como Agricultura de Conservación y Poscosecha, y ser participante en el Curso de Especialización de Poscosecha en 2014.
Durante su estancia profesional en el despacho Agrodesa compartió su tiempo con el ingeniero Helios Cruz, quien nos explicó que gracias a eso fue que descubrió su potencial y ese perfil innovador que buscaban en el equipo.
“Lo conocí en 2009 cuando llegó al despacho Agrodesa para realizar su estancia profesional, desde un inicio fue asignado conmigo para realizar actividades que se tenían programadas como parte de su estancia profesional. Al ver potencial en él, con un perfil innovador, lo encaminamos a un enfoque para la aplicación de agricultura sustentable, por lo que me acompañó en campo en las actividades de asistencia técnica”, comentó Helios Cruz.
En 2013, Jesús tuvo su primer acercamiento con el equipo de Poscosecha del CIMMYT, cuando este grupo fue invitado a dar una plática a Nocupétaro, Michoacán. De ese encuentro, Jesús promovió que Cirilo Campos Abeja, hojalatero de esa comunidad, participara en el curso de Elaboración de silos metálicos, impartido entre noviembre de 2013 y febrero de 2014, en el CIMMYT.
Gracias al impulso de Jesús, actualmente Cirilo forma parte del directorio de fabricantes de silos de MasAgro.
El proyecto de Jesús con el manejo de poscosecha continuó a principios de 2014, promoviendo la tecnología en comunidades de autoconsumo en municipios de Nocupétaro, Epitacio Huerta, Tzitzio y Contepec.
“Jesús tenía paciencia para escuchar y atender a los agricultores, explicaba alcances y limitantes de la tecnología, era muy pertinente en sus comentarios. Además, apoyaba a otros técnicos y, por supuesto, a nuestro equipo”, externaron los integrantes de la Unidad de Poscosecha del CIMMYT, Martha Reyes, Víctor Saavedra y Gerardo Ramírez.
Jesús formo parte de la Asociación Nacional de Agricultura de Conservación, ANAC A.C. y, al respecto, el Consejo Poblano de Agricultura de Conservación, Copac, expresó su sentir a través de sus redes sociales: “Lamentamos la irreparable pérdida de un gran ser humano, rogamos a Dios por su eterno descanso y nos unimos al dolor por el que está atravesando hoy la familia de Jesús Sesmas y la familia ANAC, que te extrañará mucho, querido amigo. Te recordaremos como siempre te conocimos”.
Bartolo González Torres y Sinué Pérez Castillo, de la Asociación para la Agricultura Sostenible en base a Siembra Directa, ASOSID, comentaron que “Jesús era una persona innovadora, que se capacitaba muy a menudo en temas de interés para dar más y mejor información a los agricultores”. Jesús llevaba a cabo en Valle de Santiago, Guanajuato, un proyecto sobre el sistema de intervención tecnológica al sistema híbrido.
“Como persona era muy amigable, compartía sus conocimientos, orientaba a sus compañeros técnicos para desarrollar sus habilidades. Un gran amigo, la verdad”, concluyeron los técnicos de ASOSID.
Erick Ortiz Hernández, compañero, colega y amigo, nos platicó que Jesús siempre se esforzó demasiado para lograr sus metas. Se comprometió con el campo y se notaba en la pasión que ponía. Explicó que siempre fue fiel seguidor a la idea de que el campo necesita prácticas sustentables y siempre vio por aquellos que tenían poco. “Era un muy buen amigo y excelente compañero. Se truncó la vida de alguien que estaba aportando y que iba a aportar mucho a los agricultores”, finalizó.
Por último, Silvia Hernández, gerente del Hub Bajío, nos compartió sobre Jesús que “era ingeniero agrónomo como mucho jóvenes mexicanos que con grandes esfuerzos buscan ser mejores en su pueblo y para sus familias, humilde y aguerrido, suave y activo, introvertido pero lleno de un interior vivo y listo hacer mejor el trabajo”.
Descansa en paz, Jesús, gracias por tu entrega y compromiso en el campo.