Al crecer en una granja de secano en la India, P.H. Zaidi aprendió cómo los pequeños agricultores familiares adaptaron sus prácticas agrícolas para enfrentar los desafíos climáticos, tales como los períodos secos o la lluvia excesiva. Por lo general, los pequeños cambios en la selección de cultivos y el cálculo de las operaciones de campo mantenían una cosecha saludable.
Con el paso del tiempo, Zaidi observo a los agricultores en su ciudad natal y de otras zonas luchar contra eventos climáticos cada vez más extremos y erráticos. Los trópicos asiáticos se han convertido en puntos críticos por los efectos del cambio climático y las variabilidades asociadas, dijo el fisiólogo de maíz que trabaja con el Programa Global de Maíz del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con sede en Hyderabad.
“Los agricultores de secano producen la mayoría de los alimentos para las personas en Asia, pero sin suficientes sistemas de riego suplementarios, dependen en gran medida de las lluvias monzónicas”, dijo Zaidi. “La variabilidad climática puede ser devastadora para los agricultores familiares que no pueden prever cambios erráticos en los patrones climáticos”.
“Un evento climático extremo puede afectar negativamente la seguridad alimentaria y los ingresos de los hogares, lo que a su vez da como resultado un deterioro de la capacidad para hacer frente a futuras crisis”, explicó.
Casi 500 millones de personas en Asia carecen de acceso a alimentos nutritivos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que los desastres relacionados con el cambio climático y la falta de agua potable son las principales causas del hambre persistente en la región.
Zaidi cree que los agricultores son innovadores natos y, con las herramientas y los conocimientos adecuados, pueden garantizar una cosecha saludable a pesar de la variabilidad climática anual. Ha dedicado su trabajo a investigar nuevas tecnologías agrícolas que ayuden a los agricultores de escasos recursos a salvaguardar su seguridad alimentaria y de ingresos.
Cosechas estables a pesar del cambio climático
Después de obtener una licenciatura en ciencias agrícolas, Zaidi obtuvo su doctorado en la Universidad de Ciencia y Tecnología Agrícola en Faizabad, India. Zaidi estudió cómo la fisiología del maíz interactúa con el estrés físico, como el calor intenso, la sequía y la humedad excesiva. El maíz se ha convertido en una parte importante de los sistemas de cultivo asiáticos, con varios países registrando tasas de crecimiento impresionantes en la producción y productividad de maíz. Sin embargo, las demandas en crecimiento (alimentos, forraje e industria) y los desafíos climáticos resaltan la necesidad de la investigación agrícola internacional.
En 2002, Zaidi trabajó como becario postdoctoral en el CIMMYT en México, donde fue asesorado por expertos en estrés abiótico del maíz. Zaidi tomó esos enfoques y estrategias de investigación para cultivar variedades de maíz resistentes al estrés en su país. Mientras trabajaba con el programa de maíz del gobierno indio, contribuyó al desarrollo de maíz de alto rendimiento resistente al estrés para los agricultores de maíz de bajos recursos que viven en agroecologías vulnerables.
Con una gran cantidad de conocimiento y experiencia en sistemas agrícolas en Asia, fue empleado por el CIMMYT como fisiólogo y mejorador de maíz en 2007. Trabajó para desarrollar, implementar y escalar variedades de maíz resistentes que aumentan el potencial de rendimiento y reducen el riesgo, asegurando una cosecha estable a pesar de la variabilidad climática. También desarrolló y estandarizó técnicas de detección de fenotipos y criterios de selección para identificar germoplasma de maíz tolerante al estrés, incluyendo el calor, la sequía y la acumulación de agua.
“A través de una colaboración y capacitación efectivas, los gobiernos nacionales, las compañías privadas de semillas y las ONG están utilizando las variedades con rasgos resistentes en sus programas de mejoramiento para garantizar que las variedades resistentes lleguen a los agricultores de toda la región”, señaló Zaidi.
De 2015 a 2018, un total de 68 híbridos de maíz de alto rendimiento resistentes al estrés fueron autorizadas para los socios de semillas en la región, explicó. Estos socios los llevaron a realizar pruebas agrícolas participativas a gran escala en sus respectivas ecologías objetivo. Después de extensas pruebas a través del sistema nacional, nueve híbridos de maíz resistentes al estrés ya se han lanzado y se están implementando en varios países de Asia. Otros serán lanzados pronto.
Zaidi ha recibido varios premios por sus contribuciones a la investigación del maíz, incluido el Premio al Científico Destacado del CIMMYT en 2009.