Con la aparición continua de nuevos patógenos que amenazan la producción y la seguridad de los alimentos, el mejorador de trigo y patólogo de la roya del trigo, Mandeep Randhawa y sus colegas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO por sus siglas en inglés) están trabajando incansablemente para identificar nuevas fuentes de resistencia a la roya a través de herramientas de mapeo genético y rigurosas pruebas de campo.
Dado que el trigo representa alrededor del 20% de las calorías y proteínas que consumimos en el mundo, los brotes de enfermedades pueden suponer una gran amenaza para la seguridad alimentaria mundial y el sustento de los agricultores. Las enfermedades más comunes y prevalentes son las royas del trigo — enfermedades fúngicas que el viento puede dispersar a largas distancias, lo que puede causar rápidamente epidemias devastadoras y reducir de manera drástica los rendimientos del trigo.
Para abordar el problema, Randhawa y sus colegas trabajan en el desarrollo de variedades mejoradas de trigo mediante la combinación de rasgos resistentes a las enfermedades con los de alto rendimiento, para garantizar que los agricultores puedan obtener los mejores rendimientos de trigo posibles al tiempo que evitan enfermedades.
Detección de enfermedades
Nacido en el estado indio de Punjab, Randhawa se unió al CIMMYT como becario postdoctoral en genética de resistencia a la roya del trigo en 2015. Ahora, trabaja como científico del CIMMYT y administra la plataforma de detección de la roya del tallo en Njoro, Kenia, que apoya la detección de la enfermedad de aproximadamente 50 000 líneas de trigo por año provenientes de 20 países. En los últimos 10 años, se evaluaron alrededor de 650 000 líneas de trigo para determinar la resistencia a la roya del tallo en las instalaciones.
“El enfoque principal de la plataforma es la evaluación de las líneas de trigo contra la raza de roya del tallo Ug99 y sus razas derivadas que prevalecen en África del este y sur, el Medio Oriente e Irán”, explica Randhawa. Ug99 es una raza altamente virulenta de roya, descubierta por primera vez hace dos décadas en Uganda. La raza causó grandes epidemias en Kenia en 2002 y 2004.
“Las tierras altas de África del este también son un punto crítico para la roya amarilla, por lo que, a su vez, evaluamos las líneas de trigo para esta enfermedad”, agrega Randhawa.
Las instalaciones apoyan un esquema de mejoramiento alternado entre el CIMMYT en México y Kenia, lo que permite a los mejoradores plantar en dos lugares, seleccionar resistencia a la roya del tallo (Ug99) y acelerar el desarrollo de líneas de trigo resistentes a enfermedades.
“La roya del trigo en general evoluciona de manera muy rápida y continuamente surgen nuevas cepas. Las variedades de trigo resistentes a la roya previamente desarrolladas pueden sucumbir a nuevas cepas virulentas, haciendo que las variedades sean susceptibles. Si los agricultores cultivan variedades susceptibles, la roya atacará esas variedades, lo que resultará en enormes pérdidas de rendimiento si no se adoptan medidas de control”, explica Randhawa.
Ayudando y compartiendo
Para Randhawa, ayudar a los agricultores es el objetivo principal. “Nuestro enfoque está en los agricultores de escasos recursos de países en vías de desarrollo. No tienen suficientes recursos para comprar el fungicida. El uso de productos químicos para controlar las enfermedades es costoso y perjudicial para el medio ambiente. De ser el caso, les proporcionamos soluciones en forma de variedades de trigo que son de alto rendimiento pero que también tienen resistencia duradera a diferentes enfermedades”.
Bajo la Iniciativa Mundial Borlaug Contra la Roya (BGRI en inglés), Randhawa y su equipo colaboran con KALRO para facilitar la transferencia de líneas de trigo prometedoras con alto potencial de rendimiento y resistencia a la roya a un canal nacional para variedades de trigo que se lanzarán pronto.
Cuando no está evaluando las enfermedades de la roya del trigo, Randhawa también organiza capacitaciones anuales sobre diagnóstico de la roya del tallo y evaluación de germoplasma para jóvenes mejoradores de trigo y patólogos de países en vías de desarrollo. Más de 220 investigadores de trigo han sido capacitados en la última década.
Un agricultor de corazón
Randhawa siempre tuvo interés en la ciencia agrícola. “Inicialmente, mis padres querían que fuera médico, pero estaba más interesado en enseñar ciencias”, dice. “Desde mi infancia, solía escuchar sobre el trigo y las enfermedades que afectan los cultivos del mismo, especialmente de la roya amarilla — que se llama peeli kungi en mi idioma local”. Este interés de su niñez lo llevó a estudiar genética del trigo en la Universidad Agrícola de Punjab en Ludhiana, India.
Sus mentores lo alentaron a buscar un doctorado en el Instituto de Fitomejoramiento Cobbitty (PBI) de la Universidad de Sídney en Australia, que Randhawa describe como “la meca de la investigación de la roya del trigo”. Caracterizó dos nuevos genes de resistencia a la roya amarilla conocidos formalmente como Yr51 y Yr57 de una raza local de trigo. También contribuyó al mapeo de un nuevo gen de resistencia a la roya del tallo de la planta adulta Sr56.
Viniendo de India, su traslado a Australia fue un momento importante en su carrera y su identidad — ahora se considera indio-australiano.
Si no se hubiera convertido en científico, Randhawa comenta que sería agricultor. “La agricultura es mi pasión, me gusta cultivar y tener una cosecha rica utilizando mi conocimiento científico y las tecnologías modernas”.
En el CIMMYT, Randhawa trabaja constantemente en la identificación y caracterización de nuevas fuentes de resistencia a la roya. “Tratar con diferentes tipos de desafíos en el campo de trigo es lo que me mantiene alerta. Nuevas razas de enfermedades están emergiendo continuamente. Como las plagas y los patógenos no tienen límites, debemos trabajar de la mano para desarrollar herramientas y tecnologías para combatir las plagas y los patógenos que evolucionan rápidamente”, dice Randhawa.
Él reconoce a su mentor Ravi Singh, científico y jefe global de mejoramiento de trigo en el CIMMYT, por motivarlo a continuar su labor. “Los esfuerzos incansables y los pensamientos enérgicos de mi gurú profesional, el Dr. Ravi Singh, me inspiran y me impulsan a lograr mis objetivos de investigación”.