El productor Adrián Guerrero Rocha está convencido de que adoptar prácticas agrícolas sustentables conduce al ahorro de dinero y el cuidado del ambiente.
Por: Francisco Santoyo, técnico MasAgro Guanajuato.
El Aposento, Gto.- La Agricultura de Conservación (AC) puede incrementar la producción y prevenir la desertificación en muchos ambientes frágiles o áridos. Este es el caso de la zona norte de Guanajuato, donde algunos productores han comenzado a adoptar esta tecnología como una alternativa para que sus tierras produzcan mejor y su sistema de producción sea más rentable.
La Agricultura de Conservación tiene particular utilidad en las zonas áridas, donde la principal limitación para producir alimentos es la falta de lluvias, y puede ayudar al agricultor a cambiar sus prácticas por métodos más productivos. Con la AC, el suelo puede conservar un mayor volumen de la lluvia del periodo de barbecho, de modo que el productor tiene la posibilidad de hacer rotaciones más intensivas de los cultivos.
Adrián Guerrero Rocha es un médico veterinario zootecnista que se dedica a la agricultura y, de la mano del ingeniero Francisco Santoyo —técnico MasAgro—, con asistencia técnica y capacitación, decidió adoptar prácticas agrícolas sustentables, entre las que destaca la AC.
“Durante unos 15 años estuve realizando agricultura de una manera convencional, y hace aproximadamente 4 años opté por la Agricultura de Conservación, pues me llamó la atención. Me platicó un ingeniero que esto era bueno, pero yo me negaba porque esta zona es de terrenos muy duros. Sin embargo, me atreví a hacerlo y ahora estoy convencido de que funciona. Llevamos cuatro años realizando esta actividad con muy buenos resultados”, señaló Adrián Guerrero.
Dijo que gracias a MasAgro Guanajuato, programa que conoció cuando tuvo la oportunidad de asistir a la Expo Agroalimentaria en Irapuato, hoy está convencido de que se necesita una forma distinta de hacer producir la tierra. Y agregó que, a partir de la asesoría que obtuvo de MasAgro, comenzó a observar mejores resultados, sobre todo cuando implementó la AC; además de que recibió capacitaciones sobre cómo controlar las malezas y plagas de una forma amigable con el ambiente, es decir, optando por el uso del control biológico en lugar del químico.
Indicó que los cultivos en donde ha implementado la Agricultura de Conservación son maíz, trigo y cebada, aunque en la actualidad tiene sembradas dos hectáreas de alfalfa que usa para rotación y que, además, le sirven para tener alimento para sus animales.
Con relación a los beneficios de adoptar la AC, explicó que los ahorros son en combustible, uso de maquinaria y uso de mano de obra, pues ya no mueve el suelo, nada más va a sembrar y, si acaso, a reformar las camas; por eso se ahorra en combustible y agroquímicos. Los gastos en agricultura convencional son de $24,000 a $25,000 por hectárea, y con este sistema sustentable se tiene un ahorro de $5,000 por hectárea.
“Yo sí estoy convencido de que es posible realizar Agricultura de Conservación en terrenos que se consideraba que no eran aptos para la agricultura”, concluyó.