En los próximos 10 años, el maíz se convertirá en el cultivo más cultivado y comercializado en todo el mundo, y ya es el cereal con mayor volumen de producción. Su versatilidad ofrece múltiples usos: como alimento para el ganado en economías desarrolladas y en desarrollo, como componente clave de la dieta humana en varios países de África subsahariana, América Latina y Asia, y para toda una serie de usos no alimentarios en todo el mundo.
Para analizar los cambios en la oferta y la demanda de maíz en los últimos 25 años, científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) llevaron a cabo una revisión de la producción, el consumo y el comercio internacional de maíz.
El estudio se centró en el Sur Global, donde se está trabajando intensamente para transformar los sistemas agroalimentarios en los que el maíz desempeña un papel clave. Gracias a los avances científicos a lo largo del tiempo, el rendimiento del maíz ha aumentado, aunque de forma heterogénea, mientras que la superficie cultivada de maíz también se ha ampliado debido al fuerte crecimiento de la demanda.
La investigación determinó que esta transformación ofrece oportunidades de inversión en investigación y desarrollo (I+D) del maíz para determinar las formas en que la producción y la productividad pueden mejorarse significativamente sin ampliar la superficie de maíz ni crear impactos negativos en el medio ambiente.
Foto de portada: Diversidad del maíz en Tlaxcala, México. (Foto: Thomas Lumpkin/CIMMYT)