Los esquemas globales para combatir el cambio climático pueden perder su marca al ignorar las “conexiones fundamentales” en la forma en que se producen, suministran y consumen los alimentos, dicen los científicos en un nuevo artículo publicado en la revista Nature Food. Organismos mundiales como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC en inglés) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC en inglés) manejan los diferentes componentes del sistema alimentario por separado. Esto incluye la producción agrícola y ganadera; procesamiento, almacenamiento y transporte de alimentos; y consumo. Los científicos argumentan que este enfoque desarticulado puede dañar las estrategias para reducir las emisiones de alimentos y proteger los alimentos de los impactos climáticos, y que se necesita un enfoque “integral” y “unificado”.
Los alimentos y el cambio climático están profundamente interrelacionados, pero las emisiones de alimentos deben monitorearse más allá de la granja, es decir, más allá de las emisiones derivadas del cultivo o la cría de ganado. Los investigadores están descubriendo nuevas ideas sobre cómo los diferentes subcomponentes del sistema alimentario contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático. Argumentan que debemos entender cómo estos componentes funcionan juntos —o chocan en algunos casos— para abordar eficazmente la agricultura en un clima cambiante.
Lea más en:
Rosenzweig C et al. 2020. Climate change responses benefit from a global food system approach. Nature Food.