Hace dos años, escribimos un artículo en NextBillion sobre por qué tantas innovaciones prometedoras son tan difíciles de escalar a un nivel de impacto significativo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Propusimos estrategias para desarrollar un enfoque más sistémico y basado en problemas para escalar iniciativas exitosas, pero también reconocimos que la aplicación generalizada de tales enfoques era una excepción más que una regla.
Desde entonces, hemos observado un aumento en el uso de palabras como “pensamiento sistémico” y “transformación” en el sector del desarrollo. Por ejemplo, en nuestra línea de trabajo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), hablamos menos de “agricultura” y más de “sistemas agroalimentarios”, en los que la producción y el consumo están conectados y limitados a nuestros límites planetarios. Al explorar las implicaciones de esta nueva forma de pensar, nos preguntamos qué implica realmente el “cambio de sistemas agroalimentarios” y qué significa en el proceso de escalar innovaciones en un contexto de sistemas.
Para ayudar a guiar este trabajo, aplicamos una herramienta emblemática del pensamiento sistémico (el modelo iceberg) al caso de las prácticas de restauración de tierras en Centroamérica. Se trata de prácticas que frenan la erosión y mejoran la estructura y la fertilidad del suelo para permitir una mayor productividad agrícola y mejorar la seguridad hídrica y alimentaria.
El modelo del iceberg nos ayudó a reconocer las causas fundamentales sistémicas de la degradación de la tierra y a identificar lo que se necesita para restaurar las tierras a escala.
Lea el artículo completo: Debajo de la punta del iceberg: Por qué el enfoque de cambio de sistemas es clave para escalar innovaciones y resolver los desafíos del desarrollo (en inglés) donde exploramos este modelo y discutimos cómo nuestros esfuerzos han impactado la restauración de tierras y mejorado los sistemas agroalimentarios.