Cualquier estudiante de quinto grado est谩 familiarizado con la extinci贸n masiva del Cret谩cico-Pale贸geno que llev贸 a los dinosaurios y tres cuartos de todas las especies vivas en ese momento a desaparecer de la Tierra, probablemente despu茅s de ser golpeados por un asteroide muy grande. Sin embargo, pocas personas son conscientes de que el planeta est谩 pasando por un evento de igual magnitud: un informe reciente del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) destac贸 una disminuci贸n del 60% en las poblaciones de m谩s de 4 000 especies de vertebrados monitoreadas a nivel mundial desde 1970. Esta vez, el culpable no es un asteroide, sino los seres humanos. La mayor amenaza que representamos para otras especies es tambi茅n la forma en que satisfacemos una de nuestras necesidades m谩s fundamentales: la producci贸n de alimentos.
Como respuesta, los cient铆ficos, particularmente los ecologistas, han buscado estrategias para minimizar las compensaciones entre la agricultura y la biodiversidad. Una de esas estrategias es la “preservaci贸n de la tierra”, tambi茅n conocida como el “efecto Borlaug”. Esta estrategia busca segregar la producci贸n y la conservaci贸n y maximizar el rendimiento en 谩reas tan peque帽as como sea posible, conservando tierras para la naturaleza. Otra estrategia es “conservar la tierra” o una “agricultura amigable con la vida silvestre”, que busca integrar la producci贸n y la conservaci贸n en las mismas unidades de tierra y hacer que la agricultura sea lo m谩s benigna posible para la biodiversidad.
El debate entre los defensores de la conservaci贸n de la tierra y los defensores del intercambio de tierras ha tenido lugar en los 煤ltimos 15 a帽os. Sin embargo, la mayor铆a de los estudios han encontrado que la conservaci贸n de la tierra conduce a mejores resultados a diferencia de la distribuci贸n de la tierra en una variedad de contextos. Con colaboradores de CIFOR, UBC y otras organizaciones, plante茅 la hip贸tesis de que esta creencia era parcial porque los investigadores evaluaron la agricultura a trav茅s de una lente estrecha, solo observando las calor铆as o el rendimiento de los cultivos.
En la actualidad, muchas m谩s personas padecen hambre oculta o falta de vitaminas y minerales en sus dietas. Varios estudios han encontrado dietas m谩s diversas y nutritivas consumidas por personas que viven en o cerca de 谩reas con mayor cobertura arb贸rea, ya que los 谩rboles son un componente clave de la biodiversidad. Sin embargo, la mayor铆a de estos estudios no han analizado los mecanismos que explican esta asociaci贸n positiva.
Bosques para la alimentaci贸n
Al estudiar siete paisajes tropicales en Bangladesh, Burkina Faso, Camer煤n, Etiop铆a, Indonesia, Nicaragua y Zambia, encontramos evidencia de que la cubierta arb贸rea apoya directamente las dietas en cuatro paisajes de siete. Esto puede ser a trav茅s de la carne de animales, frutas y vegetales silvestres, y otros alimentos de origen forestal. Adem谩s, el estudio encontr贸 evidencia de una v铆a agroecol贸gica, en la cual los bosques y los 谩rboles apoyan la producci贸n de diversos cultivos y ganado a trav茅s de una variedad de servicios de los ecosistemas, lo que en 煤ltima instancia conduce a dietas mejoradas, en cinco paisajes de siete. Estos resultados demuestran claramente que, aunque la conservaci贸n de la tierra puede tener los mejores resultados para la biodiversidad, se reducir铆an los productos forestales para los hogares rurales, como, por ejemplo, los alimentos forestales, la le帽a y la alimentaci贸n del ganado. Tambi茅n eliminar铆a a las peque帽as explotaciones agr铆colas de los servicios ecosist茅micos proporcionados por la biodiversidad, y los peque帽os productores en los tr贸picos tienden a depender m谩s de los servicios ecosist茅micos que de los insumos externos.
En Etiop铆a, investigaciones previas realizadas por algunos de los mismos autores han demostrado que los paisajes multifuncionales que no califican como ahorradores de tierra ni como reparto de la tierra pueden albergar una gran biodiversidad y ser m谩s productivos que los paisajes m谩s simples. Son m谩s sostenibles y resistentes, proporcionan dietas m谩s diversas y producen cereales con mayor contenido nutricional.
El debate sobre la conservaci贸n de la tierra versus el intercambio se ha limitado en gran medida a los c铆rculos de ecologistas de la conservaci贸n y rara vez ha involucrado a cient铆ficos agr铆colas. Como resultado, la mayor铆a de los estudios sobre la conservaci贸n de la tierra versus el intercambio se han centrado en minimizar el impacto negativo de la agricultura en la biodiversidad, en lugar de buscar los mejores compromisos entre la producci贸n agr铆cola y la conservaci贸n de la biodiversidad.
Para dise帽ar paisajes que realmente equilibren las necesidades de las personas y la naturaleza, es urgente que los agr贸nomos, los economistas agr铆colas, los soci贸logos rurales y los mejoradores de cultivos participen en el debate de la conservaci贸n de la tierra.
Lea m谩s en:
Testing the Various Pathways Linking Forest Cover to Dietary Diversity in Tropical Landscapes
Este estudio fue posible gracias a la financiaci贸n del Ministerio de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a trav茅s del proyecto Cambio Agrario en Paisajes Tropicales, y por los Programas de Investigaci贸n del CGIAR sobre ma铆z y trigo.