La comunidad del CIMMYT, familiares, colaboradores nacionales e internacionales, así como antiguos colegas, lamentan el sensible deceso del mexicano Alejandro Ortega y Corona, y rinden un merecido tributo a la extraordinaria vida del ex investigador de maíz, que falleció el 9 de septiembre, a la edad de 83 años. Entre sus contribuciones científicas se cuentan la creación de técnicas de crianza masiva de insectos utilizados en el mejoramiento de maíz resistente a plagas, así como el mejoramiento de maíz con calidad proteica (QPM) y técnicas de selección para obtener tolerancia al calor y la sequía.
“Alex fue un entomólogo muy bueno y muy dedicado y, además, fue mentor de muchos de nosotros, comprometido siempre con ayudar a mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos”, expresó Greg Edmeades, antiguo coordinador del programa de fisiología de maíz. “Él creía que podíamos hacer la diferencia en este mundo —y el hizo una diferencia con su dedicación a la ciencia”.
Se graduó en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) En 1953; concluyó sus estudios de maestría en 1954; su doctorado en Entomología Económica en la Universidad Estatal de Ohio en 1960. Fue de los primeros mexicanos que estudiaron en el extranjero con patrocinio de la Fundación Rockefeller, y de 1952 a 1957 Ortega trabajó en la Oficina de Estudios Especiales, el programa bilateral de la Fundación Rockefeller y la Secretaría de Agricultura de México, donde Norman E. Borlaug llevó a cabo la investigación que detonó la Revolución Verde y dio origen al CIMMYT. Después de trabajar, de 1961 a 1966, como jefe de entomología del Instituto Nacional de Estudios Agrícolas (hoy Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, conocido como INIFAP), Ortega se integró al Programa de Maíz del CIMMYT en 1967, donde se enfocó en las áreas de entomología, fisiología y patología. En 1988 se fue del CIMMYT y trabajó dos años como voluntario; posteriormente se trasladó al noroeste de México como investigador del INIFAP. Ahí desempeñó varias tareas, entre ellas, el desarrollo de maíz tolerante al calor (del cual resultó el híbrido H431, que sigue siendo uno de los que más se siembran en la región). Recientemente, Ortega fue coordinador nacional del Proyecto Global de Maíz, una iniciativa a gran escala para recolectar y documentar las razas criollas de maíz originarias de México, de 2008 a 2011.1 Es autor de la publicación 1987 CIMMYT field manual on insect pests of maize, que siguen utilizando investigadores de todo el mundo.
En agosto de 2013 se le otorgó un reconocimiento por su trabajo y contribuciones a la investigación sobre tolerancia a la sequía y el calor, durante una ceremonia en el Campo Experimental Norman Borlaug (CENEB), en Ciudad Obregón. Era un científico reconocido y apreciado por personal de todos niveles, según Martha Willcox, coordinadora del programa de razas criollas de maíz del CIMMYT que ayudó a organizar el evento en el CENEB. “Una antigua secretaria del programa de maíz decía que Alex era el científico más amable con quien había trabajado”, refirió Willcox. “Los tractoristas y los trabajadores de campo de la estación hicieron una colecta para regalarle una estatua especial tallada en madera de un indio Yaqui, después de la ceremonia”.
“Alejandro siempre será recordado por su trabajo ejemplar en mejoramiento de maíz en el CIMMYT y el INIFAP”, comentó Pedro Brajcich Gallegos, director general de INIFAP. “Los resultados de su trabajo son conocidos en el ámbito nacional e internacional, pero él nos deja un legado de modestia e interés por sus semejantes. Que descanse en paz”.
De parte de la comunidad del CIMMYT, nuestras sinceras condolencias a la Sra. Eliavel Ortega y Corona y a sus hijos Lidia, Lucía, Alejandro Ortega González, Glenda, Alejandro Ortega Beltrán y Alejandra.