Colegas, familiares y amigos acompañaron a Kevin Pixley y a su esposa Jill en el convivio que para decirles adiós se celebró en el Rincón Mexicano el pasado 23 de octubre. Pixley, ex director asociado del Programa Global de Maíz, se va a la Universidad de Winsconsin, donde comenzará a trabajar como docente en noviembre. Sin embargo, continuará colaborando en actividades del CIMMYT como científico asociado y dedicará 50% de su tiempo a HarvestPlus, una alianza interdisciplinaria mundial que contribuye a compensar la deficiencia de nutrientes en la dieta de las personas con alimentos derivados de cultivos mejorados y enriquecidos con micronutrientes. “Espero que no piensen que es injusto que yo disfrute de una fiesta de despedida, puesto que regresaré con frecuencia a trabajar en proyectos ya establecidos, y espero que en algunos nuevos”, bromeó Pixley después de una serie de despedidas entrañables y buenos deseos.
Pixley llegó al CIMMYT en 1990 como posdoctorado; tres años más tarde se trasladó a Zimbabwe, donde colaboró como fitomejorador de maíz y luego desempeñó el cargo de director del programa regional. Fue también director del Programa de Ecosistemas Tropicales y coordinador del programa de maíz de HarvestPlus. En total trabajó casi 20 años con el CIMMYT.
Como parte del festejo, Pixley recibió tres placas de reconocimiento, que le entregaron Marianne Bänziger, directora general de investigación y colaboración; Raymundo López, superintendente de la estación Agua Fría; e Ignacia García, asistente de programa, en nombre de nuestros colegas en Colombia. En las tres placas se destaca el excelente liderazgo y las cualidades como profesor de Pixley. “Cuando llegué al programa [Global de Maíz], todo lo que sabía acerca del maíz era comerlo”, dijo en tono de broma George Mahuku, científico sénior/patólogo, quien agregó que, bajo la guía de Pixley, ha aprendido muchísimo. Después de los discursos, los obsequios y la emotiva interpretación que de “Hey Jude” hizo Marcelo Pérez, acompañándose de un teclado, el festejo continuó con música de mariachi y la proyección de un video de las distintas etapas de Pixley en el CIMMYT.
“No es fácil dejar un empleo que día con día impone retos y ofrece oportunidades de contribuir de manera significativa —o hasta con un granito de arena— a crear un mundo mejor”, escribió Pixley en un correo electrónico de despedida. “He visto muchos cambios en el CIMMYT, pero también he visto que la pasión y la entrega de todos en el cumplimiento de nuestra misión sigue siendo el aliciente para seguir aquí, para estar presentes todos los días en el campo, el laboratorio, la oficina, la sala de juntas, el aeropuerto… y define nuestro carácter personal e institucional. Ha sido un enorme placer y un privilegio haber trabajado con ustedes. Muchísimas gracias a todos.”