Fotos: Subash S.P./CIMMYT
Christian Böeber y Subash S.P.
En India, un evento celebrado recientemente dio la oportunidad a varios grupos de la cadena de valor de maíz de explorar opciones para comercializar la producción este cereal, dialogar sobre sus necesidades tecnológicas, el uso industrial del maíz, almacenaje de grano, manejo de riesgos, mercado y expansión de las cadenas de valor mediante alianzas público-privadas (APP). “Plan de Crecimiento Sustentable y Creación de una Cadena de Valor”, fue el tema de la cumbre sobre maíz celebrada en Nueva Delhi, el 20 y 21 de marzo, y organizada por la Federación de Cámaras Indias de Comercio e Industria (FICCI) y el Mercado Nacional de Productos y Derivados (NCDEX).
Asistieron representantes de compañías privadas de insumos, del sector de la molienda, criadores de aves de corral, productores de almidón, proveedores de servicios, instituciones científicas nacionales e internacionales, formuladores de políticas, personal de embajadas y agricultores de distintos puntos del país. A. Didar Singh, secretario general de FICCI, dijo que con el surgimiento de mercado de exportación y un sector privado en evolución, en la India había había tenido lugar una “revolución callada”, sobre todo en lo que respecta al maíz, varios años antes.
Ashok Gulati, profesor titular de agricultura del Consejo Indio de Estudios sobre Relaciones Ecónomicas Internacionales, durante su discurso de apertura, hizo una revisión de los patrones de diversificación que tienen el Punjab y Haryana para promover el maíz. Dijo que el sector de maíz en India depende actualmente de la cría de aves de corral y de la exportación y que, por tanto, se vuelve vulnerable si la demanda de esos sectores se debilita. Hizo énfasis en que de todas las medidas que se tomen, debe haber una que apoye la disponibilidad de maíz con calidad proteica (QPM), como un ingrediente de alimento animal pero también de consumo humano, para mejorar la seguridad nutricional.
Adel Yusupov, director regional del Consejo de Granos de los Estados Unidos en el Sur y Sureste de Asia, recalcó que existe la posibilidad de que el Sureste de Asia se convierta en uno de los principales importadores de maíz. Rajiv Yadav, vicepresidente del Grupo Nobel, hizo énfasis en la ventaja que tiene la India al utilizar esos mercados emergentes, dada su proximidad y precios más bajos. Señaló que el aumento de las exportaciones de la India se ve frenado por la producción, la falta de productos de calidad, el alto contenido de humedad y aflatoxinas, logística y almacenes.
La producción y la productividad del maíz están estancados porque la adopción de tecnologías nuevas (como los híbridos) por parte de los agricultores es lenta, según Sain Dass, presidente de la Asociación de Desarrollo de Maíz de la India, y agregó que el principal obstáculo en la adopción de híbridos es la ausencia de semilla. Christian Böeber, economista agrícola y de mercados, dio una presentación en torno a las actividades de investigación que realiza el CIMMYT en la India, incluidos los proyectos Maíz Tolerante a Estreses Abióticos para Asia (ATMA) y Maíz Tolerante a Estrés Térmico para Asia (HTMA) y APP. También habló de los diversos usos del maíz y los problemas que hay en los sistemas de producción locales, incluidos el suministro irregular de semilla comercial.
Se mencionaron también los buenos resultados que han tenido las APP en India. O.P. Yadav, titular de la Dirección de Investigación sobre Maíz del Consejo Indio de Investigación Agrícola, señaló la necesidad de mejorar la productividad del maíz mediante APP y trabajando con los grupos nacionales apropiados en materia de desarrollo y distribución de semilla. Shipla Divekar Nirula, directora de asuntos corporativos y estrategias de Monsanto, dio su opinión respecto a expandir las cadenas de valor por medio de APP y se refirió al proyecto Maíz que hace uso eficiente del agua para África (WEMA) como un ejemplo de alianzas positivas en el desarrollo y distribución de variedades mejoradas.
Insistió en que para que las alianzas sean productivas, es importante definir claramente el propósito, los medios y los principios que regirán el trabajo en común. Una plataforma viable deberá incluir diversificación de cultivos, provisión de infraestructura, conocimientos, una red de extensión viable y políticas de crecimiento.