Bangladesh emprende actividades de difusión y capacitación a mayor escala para la agricultura de conservación (AC), en especial para el arroz. Con ese propósito se efectuaron tres recorridos de campo, el 30 de septiembre y el 1 de octubre, bajo los auspicios del proyecto “Intensificación sustentable de los sistemas de arroz-maíz en Bangladesh” que coordinan el CIMMYT y el Instituto Internacional de Investigaciones sobre el Arroz (IRRI), con fondos del Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional (ACIAR).
Con una asistencia de 150 agricultores, los recorridos tuvieron lugar en tres sitios distintos donde se ejecutan los proyectos. Los anfitriones el primer día fueron los Servicios Rurales de Rangpur Dinajpur (RDRS), un organismo no gubernamental en el norte de Bangladesh; la organización del recorrido estuvo a cargo de M.G. Neogi, coordinador del programa de agricultura de RDRS. Al evento se sumaron 60 agricultores, reporteros y funcionarios del Centro Investigación Agrícola de Bangladesh (BARI), del Instituto de Investigación sobre Arroz de Bangladesh (BRRI) y del proyecto “Iniciativa para los Sistemas de Cereales en el sur de Asia” (CSISA). De los otros recorridos, uno fue en el distrito de Rajshahi y otro en Paba. Al de Durgapure, que organizó Israil Hossain, del BARI, asistieron 55 agricultores; al de Paba, donde las actividades las dirigió N.R. Sharma, del BRRI, asistieron 50.
En cada localidad los agricultores se agruparon frente a los arrozales a fin de compartir sus experiencias y hablar de los beneficios y las limitaciones de las prácticas de la AC. “En todos los sitios que abarca el proyecto hay ensayos de 1) adaptación de las prácticas de la AC en los cuales participan los agricultores; 2) manejo de nutrientes que atienden los investigadores; y 3) ensayos que se sembraron con las prácticas tradicionales de los agricultores, para establecer comparaciones”, indica Jagadish Timsina, científico sénior del IRRI-CIMMYT y líder de proyecto, que supervisó y coordinó los tres días de recorrido.
Los participantes coincidieron en que con la práctica de la AC, mediante la cual la semilla se coloca directamente en el suelo, el arroz maduró entre 10 y 12 días antes que cuando se siembra con la práctica tradicional de trasplante; que no se necesitó mucha labranza ni anegamiento, y que los costos bajaron. Por lo anterior, en opinión de los agricultores de Paba, la siembra directa del arroz es la mejor opción; los de Durgapure y de Rangpur piensan que lo mejor es el trasplante en camas elevadas, una práctica que favorece la conservación de recursos. “Se están recopilando datos del rendimiento y los costos de producción de los ensayos y con ellos podremos hacer una comparación de la producción y la rentabilidad de las diversas opciones que ofrece la AC con las prácticas que aplican los productores de arroz”, continúa Timsina. Agrega sin embargo que existen aún barreras que superar.
“La falta de acceso a maquinaria y de operadores calificados, además del incremento de malezas y la ausencia de conocimientos sobre la manera correcta de aplicar herbicidas, son problemas serios que tenemos –y debemos– resolver.”
El proyecto “Intensificación sustentable de los sistemas arroz-maíz en Bangladesh” ha estado en marcha desde noviembre de 2008 en cuatro distritos de Bangladesh: Rangpur, Rajshahi, Comilla y Gazipur. El proyecto se implementó con objeto de aumentar la difusión de las tecnologías de la AC y el manejo de nutrientes mediante capacitación para agricultores, investigadores, extensionistas, fabricantes de maquinaria y proveedores de servicios.