En la región del Bajío, donde el agua es un recurso cada vez más escaso, la optimización de su uso en la agricultura se ha convertido en una prioridad. La investigación realizada en la plataforma de investigación Irapuato I, en Guanajuato, dentro del marco del proyecto Agriba Sustentable, ha generado evidencia valiosa sobre la eficiencia hídrica en el cultivo de trigo.
“Comparamos dos sistemas de producción: un sistema híbrido y camas permanentes, que es una modalidad de la agricultura de conservación. Los resultados confirman que la implementación de camas permanentes permite un mejor aprovechamiento del agua en los suelos arcillosos de la región, lo que puede traducirse en beneficios agronómicos y económicos para los agricultores”, señalan los investigadores de la plataforma.
El uso de tensiómetros, herramientas especializadas en la medición de la humedad del suelo, permitió registrar el grado de retención del agua en diferentes condiciones de manejo. Se instalaron a 30 cm de profundidad en dos tratamientos con riego por goteo:
- Tratamiento 1 (sistema híbrido): donde se estableció una rotación de maíz y trigo con labranza en otoño-invierno y sin labranza en primavera-verano. En este tratamiento se retiró el rastrojo en otoño-invierno y se dejó en primavera-verano.
- Tratamiento 2 (camas permanentes): También se estableció una rotación maíz-trigo, pero aquí se implementaron camas permanentes anchas y se dejó el rastrojo en ambos ciclos.
La medición de las láminas de riego (es decir, la estimación de la cantidad de agua aplicada en un área determinada ) se validó mediante pruebas de riego establecidas en la norma NMX-O-167-SCFI-2002. Su establecimiento se hizo de acuerdo con un balance de humedad considerando variables climáticas, la etapa de desarrollo del cultivo y los registros de riego documentados. Además, se garantizó que la tensión de humedad del suelo no superara los 60 kilopascales (kPa), umbral para evitar estrés hídrico en las plantas.
Los resultados fueron reveladores: el sistema híbrido presentó, en promedio, una tensión de humedad 3.85 kPa por día más alta que el sistema de camas permanentes. Esta diferencia se tradujo en un ahorro de 628.19 metros cúbicos de agua por hectárea (m³/ha) durante todo el ciclo de cultivo con el sistema de camas permanentes.
El mayor aprovechamiento del agua en las camas permanentes se debe a una mejor retención de humedad en el suelo, lo que permitió reducir la frecuencia de riegos y mejorar la eficiencia del recurso hídrico. Esta nueva evidencia respalda la necesidad de promover prácticas agrícolas que no solo sean sostenibles, sino que también mejoren la productividad y resiliencia del sector agroalimentario en Guanajuato.
El monitoreo en la plataforma Irapuato I continúa. En días recientes, se han hecho nuevas lecturas de tensiómetros a 15, 30 y 45 cm de profundidad y se han realizado pruebas de riego para evaluar la eficiencia del sistema de riego por goteo y determinar coeficientes de uniformidad. Este tipo de estudios son fundamentales para optimizar el uso del agua y seguir avanzando hacia una agricultura más sustentable en la región.
La evidencia generada por la plataforma Irapuato I demuestra que la ciencia y la tecnología son aliadas clave para enfrentar el desafío del uso eficiente del agua en la agricultura. Con el respaldo del proyecto Agriba Sustentable, una alianza estratégica entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el CIMMYT que trabaja para impactar positivamente y de manera directa a los productores de trigo del Bajío mexicano, estas prácticas pueden ser escaladas a más productores en la región, promoviendo un modelo agrícola más resiliente, productivo y sustentable.
Adaptación y mitigación del cambio climático 
