
En el marco del Día del Agrónomo, es fundamental reconocer la creciente participación de las mujeres en el sector agrícola y su impacto en la innovación y sostenibilidad de la producción. Un claro ejemplo de este avance es Carolina Cortez, ingeniera agrónoma especialista en Parasitología Agrícola y coordinadora técnica en el Hub Pacífico-Norte del CIMMYT, cuya trayectoria refleja el compromiso y la perseverancia necesarios para transformar la percepción del rol femenino en este campo.
Desde su infancia en Sinaloa, creció rodeada de cultivos como maíz, trigo, frijol y sorgo, lo que despertó en ella un interés natural por la agronomía. “Uno de los principales motivos de comenzar a estudiar agronomía fue el entorno en donde nací, ya que crecí en una familia de agricultores donde los temas de reuniones familiares eran principalmente sobre los cultivos de cada ciclo agrícola”, recuerda. Esta cercanía con el campo la llevó a tomar la decisión de ingresar a la Universidad Autónoma Chapingo, donde en 2015 obtuvo el título de Ingeniera Agrónoma.
Sin embargo, su camino profesional no ha estado exento de desafíos. A pesar de sus conocimientos y experiencia, ha enfrentado resistencias en un sector donde persisten ideas tradicionales sobre el papel de las mujeres en la agricultura. “El desafío que más se me ha presentado es que tanto productores como técnicos acepten que una mujer pueda dar seguimiento o implementar iniciativas nuevas en temas agrícolas. La perspectiva que aún se mantiene en algunas zonas es que la agricultura es solamente para hombres”, explica.
No obstante, con el tiempo ha logrado demostrar que la capacidad y el compromiso no dependen del género, sino de la preparación y la dedicación. “Conforme pasa el tiempo y se comienzan a establecer ensayos o haciéndolos partícipes en pruebas dentro de sus predios, al momento de obtener los resultados cambia totalmente su perspectiva y reconocen que es necesario comenzar con la inclusión de mujeres en el sector agrícola”, agrega.
A lo largo de su carrera, ha observado un aumento en el interés de las mujeres por la agronomía, no solo en el ámbito técnico y de campo, sino también en áreas administrativas y de gestión que fortalecen el sector. “No solo están incrementando en la licenciatura, sino también en temas administrativos que apoyan al sector agrícola, siendo esto una parte fundamental para que cada vez se mire más la presencia de las mujeres en los ámbitos agrícolas”, menciona.
Asimismo, considera que el desarrollo científico promovido por mujeres ha sido clave para abrir nuevas oportunidades y desafiar paradigmas. Su labor en CIMMYT como responsable técnica en proyectos desarrollados en Sinaloa, en colaboración con empresas como BIMBO, Kellogg’s e Ingredion, ha sido un punto de inflexión en su carrera. “Uno de mis logros ha sido ser la responsable técnica en proyectos dentro de CIMMYT, desarrollados en el Estado de Sinaloa en los últimos años, además de ser ponente en capacitaciones sobre Agricultura de Conservación, Agricultura Regenerativa y Cultivos de Cobertura”, explica.
Por todo esto, insiste en la importancia de la formación profesional y el desarrollo de habilidades comunicativas para las jóvenes que desean incursionar en la agronomía. “Las invito a que no desistan de pertenecer a esta bonita profesión, que tengan bien cimentados sus principios, integridad profesional y metas a futuro en el sector agrícola, ya que esto será la base de partida para comenzar a buscar las oportunidades de integración o desarrollo de conocimientos adquiridos”, expresa.
Finalmente, destaca la importancia de la preparación continua y el fortalecimiento de la seguridad personal. “Les recomiendo que comiencen a prepararse de manera profesional en temas innovadores y en el desarrollo de aptitudes en seguridad personal, ya que el pararse frente a agricultores, técnicos y público requiere fluidez y seguridad de palabra, lo cual se logra con conocimiento y sustento científico sobre el tema”, concluye.
El testimonio de Carolina es una muestra del impacto que tienen las mujeres en la agricultura y una inspiración para seguir promoviendo el liderazgo de estas mujeres en un sector que está en constante evolución.