Huichapan es un pueblo mágico del estado de Hidalgo, México, con pinturas rupestres y construcciones virreinales, pero también con una importante actividad agrícola —la agricultura es principalmente de temporal (80%) y de autoconsumo— que, en años recientes, se ha tenido que enfrentar a grandes desafíos como los altos costos de producción y la incertidumbre que genera la variabilidad climática actual, la cual se manifiesta en la zona con lluvias fuera de ciclo, sequías prolongadas, heladas, etcétera.
Para brindar alternativas que permitan a los agricultores locales enfrentar dichos desafíos, en la plataforma de investigación Huichapan —donde colaboran el Instituto Tecnológico Superior de Huichapan y CIMMYT desde el año 2016, cuando se instaló la plataforma— se evalúan distintas prácticas agrícolas a fin de identificar, entre otros aspectos, alternativas de manejo agrícola y forraje para animales, de manera que ahí se evalúa la siembra de maíz criollo e híbrido y triticale.
“El rendimiento de maíz híbrido y maíz criollo fue similar entre rotación con triticale en camas permanentes —las cuales ayudan a reducir o minimizar la labranza, mejorar el manejo del agua y a disminuir la compactación del suelo mediante el tráfico controlado— que el monocultivo en labranza convencional. Sin embargo, al tener parcelas diversificadas en rotación con triticale el productor podrá compensar el bajo rendimiento del maíz con forraje de triticale en los ciclos de sequía o heladas, lo que implica reducir el riesgo de perder el total de su cosecha y el alimento para el ganado”, señalan los responsables de la plataforma.
Adicionalmente, “cuando se siembra sobre camas permanentes, los costos de producción se reducen al evitar el barbecho (1 400 MXN/ha), subsuelo (1 100 MXN/ha) y rastra (700 MXN/ha) y solo hacer la formación de camas (700 MXN/ha) y manejo de rastrojo (750 MXN/ha)”, puntualizan los investigadores, enfatizando que el mayor rendimiento y menor costo de producción con agricultura de conservación puede permitir al productor tener mayor disponibilidad de alimentos e ingresos.
En general, en Huichapan la cosecha de grano de maíz es para la alimentación de la familia y el rastrojo para forraje del ganado —vacas, puercos, cabras, gallinas, borregos, conejos y caballos—. La poca biomasa, sumada a los bajos rendimientos, disminuye la disponibilidad de alimentos e ingresos.
En este sentido, los resultados de la plataforma de investigación son relevantes porque indican la pertinencia de diversificar las parcelas para reducir el riesgo de perder el total de la cosecha si solo se hace monocultivo de maíz. Además, “el rendimiento de biomasa de triticale en el primer año fue similar (9.3 t/ha) entre dejar y retirar parcialmente el rastrojo y, en 2018, fue mayor cuando se dejó el rastrojo”, enfatizan los responsables de la plataforma, evidenciando la pertinencia de aprovechar los rastrojos.
Estos resultados forman parte de los Avances en agricultura sustentable: resultados de plataformas de investigación de los Hubs Valles Altos y Pacífico Centro, México, 2012-2021 —en el marco de la iniciativa Excelencia en Agronomía—, te invitamos a consultarlos.