Los Kankuamos y Arhuacos son pueblos indígenas que habitan en el Caribe colombiano. Sus sistemas agroalimentarios están orientados en cubrir sus necesidades de subsistencia, por lo tanto, son diversos e incluyen cultivos como papa, cebolla, ajo, haba, mora, tomate de árbol, calabaza, trigo, fique de maguey, maíz, frijol, yuca, arracacha, algodón, piña, entre otros.
El café es el cultivo que dedican para comercializar con el fin de obtener ingresos que complementen la alimentación o satisfacer otras necesidades. A menudo, este se siembra bajo la sombra de plátano o chachafruto y distanciado de al menos tres metros para incluir la siembra de frijol y maíz, el cual, además de formar parte de los cultivos de la dieta tradicional —para la elaboración de chicha y arepas—, también es un componente que predomina en la cosmovisión de los pueblos Kankuamos y Arhuacos.
En este contexto, la conservación de la semilla —que regularmente se hace a través de la siembra continua— es importante; sin embargo, las sequías y la falta de infraestructura de almacenamiento amenazan su conservación. Para buscar y brindar alternativas que le permitan a los pueblos Kankuamos y Arhuacos conservar sus semillas y mejorar sus sistemas agroalimentarios, CIMMYT —mediante la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza— se sumó a los esfuerzos que la Alianza Bioversity Internacional y CIAT —en el contexto de la iniciativa AgriLAC Resiliente— y el Centro de Investigación Motilonia de AGROSAVIA realizan en el departamento del Cesar.
Con al menos diez años de trabajo en comunidades indígenas del Caribe colombiano, AGROSAVIA ha incorporado cultivos biofortificados para fortalecer el sistema agroalimentario de la región. En este contexto, la iniciativa AgriLAC Resiliente ha contribuido con la gestión de recursos, entrega de semillas de frijol y maíz biofortificados, y el desarrollo de nuevas segmentaciones de mercado que valoran la producción étnica y orgánica.
Sumándose a este trabajo, en noviembre de 2023, especialistas de CIMMYT visitaron a grupos de Kankuamos y Arhuacos en las comunidades de La Mina y Simunurwa, en Valledupar Cesar, respectivamente. Allí, y con el fin de apoyar la conservación de las semillas nativas de maíz, se hicieron talleres poscosecha, recorridos por bancos comunitarios y parcelas de reproducción de semillas, conversatorios para identificar las principales causas de las pérdidas poscosecha de los granos básicos —especialmente maíz y frijol—, así como las diferentes prácticas y tecnologías que contribuyen a reducir las pérdidas durante el proceso de poscosecha, entre otros aspectos de sus sistemas agroalimentarios.
Con especial atención en el almacenamiento, los participantes hicieron prácticas relacionadas con el acondicionamiento del grano antes del almacenamiento —desgrane, limpieza y estimación de humedad— y el manejo de tecnologías herméticas. También se realizó una reunión en la casa indígena, con representantes del cabildo de cada pueblo indígena visitado previamente, para discutir acerca de los resultados obtenidos en cada visita. Esto incluyo compartir una desgranadora 3D para uso y valoración por parte de los productores, además de analizar las oportunidades de manejo en los bancos de semillas.
Soluciones Positivas para la Naturaleza fomenta sistemas alimentarios amigables con el medioambiente mediante la gestión y conservación de la biodiversidad, por lo que este tipo de sinergias entre iniciativas potencia la conservación de las semillas nativas y el fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios de América Latina.