El maíz, junto con el trigo y el arroz, proporciona alrededor del 30% de las calorías alimentarias a más de 4.500 millones de personas en 94 países en desarrollo. Estas estadísticas declaran que el maíz es un cultivo importante para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades pobres de África, Asia y América Latina.
La escasa diversificación de los alimentos en la dieta y el mayor consumo per cápita de maíz indican que una gran proporción de la población de los países en desarrollo carece de nutrientes esenciales como micronutrientes y aminoácidos.
Los rigurosos esfuerzos realizados por el mejorador de maíz del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Surinder K. Vasal, y la química de cereales Evangelina Villegas a principios de la década de 1980 condujeron al desarrollo de un grano de maíz mejorado con mayor rendimiento y apariencia vítrea mediante la combinación de los sistemas de opacidad-2 y modificador genético utilizando el retrocruzamiento y selección recurrente. Estos esfuerzos condujeron al desarrollo de un maíz mejorado conocido como maíz con calidad proteica (QPM, en inglés).
El QPM garantiza la seguridad nutricional de las comunidades dependientes del maíz. Se describe como un maíz nutricionalmente superior con un alto contenido en lisina, triptófano y leucina, junto con un alto valor biológico y un elevado aporte de proteínas. El QPM también tiene un mayor contenido de proteínas no zeínicas (fracciones de albúmina, globulina y glutelina), que son ricas en lisina y triptófano.
El desarrollo del QPM fue fruto de una serie de esfuerzos realizados a lo largo de muchas décadas para desarrollar variedades prometedoras. El CIMMYT describió el término QPM para los genotipos de maíz con contenidos mejorados de lisina y triptófano y textura dura del endospermo. En la actualidad, el término QPM se refiere a los genotipos de maíz con alelos homocigóticos o2, con mayor contenido de lisina y triptófano, y sin albergar los efectos pleiotrópicos negativos del endospermo blando.
En los últimos años, el CIMMYT ha desarrollado varias variedades de QPM en muchos países con diferentes antecedentes genéticos. Sin embargo, para acelerar el despliegue de los maíces con calidad proteica a gran escala, se necesita un sistema de semillas vibrante y un modelo de negocio viable que garantice un compromiso activo de los productores de semillas, los agricultores y los consumidores.
Este artículo analiza la importancia y la cronología de diversos acontecimientos en el desarrollo y la difusión del QPM, la base y los sistemas genéticos, las estrategias de mejoramiento, los retos y las posibles oportunidades para su adopción. “Podemos considerar el artículo como un compendio de QPM en el que se abordan los antecedentes históricos y los avances científicos que serán útiles para los investigadores, estudiantes y otras personas que buscan una información completa sobre QPM”, dijo AbduRahman Beshir, científico principal del CIMMYT y especialista en sistemas de semillas de maíz para Asia, que es coautor de la publicación.
Foto de portada: Los científicos han descubierto que el maíz con calidad proteica (QPM) puede mitigar la deficiencia de proteínas que se encuentra en el maíz normal. (Crédito: CIMMYT)