Un hub, o nodo de innovación, es más que un concepto abstracto y mucho más que un lugar o un espacio. Para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) los hubs representan la metodología que permite articular una infraestructura física —integrada por plataformas de investigación, módulos de innovación, áreas de extensión y áreas de impacto— y una red de colaboradores para promover la innovación agrícola en un territorio.
A través de los hubs, el CIMMYT y sus colaboradores impulsan diversos programas y proyectos donde este centro internacional, con casi seis décadas dedicadas a la investigación en México, brinda soporte científico a las diferentes iniciativas. En el estado mexicano de Guanajuato, por ejemplo, el Hub Bajío del CIMMYT cuenta con cerca de una década de trabajo ininterrumpido, validando y promoviendo mejores prácticas agronómicas.
Es gracias a la colaboración de las organizaciones de los distintos sectores que el trabajo del CIMMYT puede ser difundido con mayor amplitud en beneficio de los productores. Es el compromiso de estas organizaciones con el desarrollo sostenible y la base científica y experiencia del CIMMYT lo que ha permitido desarrollar proyectos como Agriba Sustentable, una alianza estratégica entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el CIMMYT que trabaja con el propósito de impactar positivamente y de manera directa a los productores de trigo del Bajío mexicano.
“El objetivo de Agriba Sustentable es llevar tecnologías pertinentes y sostenibles a los productores, en este caso, a los productores que abastecen con su grano a Grupo Trimex”, menciona Paul García Meza, del Hub Bajío del CIMMYT, quien puntualiza que el trabajo del CIMMYT en la zona ha permitido consolidar un menú tecnológico con impacto positivo probado en las parcelas de los agricultores.
“Los productores que participan en Agriba Sustentable reciben acompañamiento técnico y en sus parcelas se han establecido módulos o áreas de extensión, espacios que permiten difundir las prácticas sustentables en sus comunidades. Esto ha hecho posible que, de forma indirecta, el proyecto también esté impactando en otros productores que han implementado en sus parcelas algunas de las prácticas y tecnologías que han observado con productores de Agriba Sustentable”, puntualiza Paul.
Con respecto a las tecnologías que promueve el proyecto, el especialista del Hub Bajío del CIMMYT señala: “Las tecnologías que más promovemos por su nivel de adopción acá en la zona son la agricultura de conservación —que engloba cobertura (con rastrojo) en la superficie y camas permanentes—; la fertilidad integral —que abarca prácticas como el análisis de suelo, el fertilizante enterrado y el uso de sensores ópticos—; y el manejo agroecológico de plagas —que incluye el uso de agentes de control biológico, el nulo o mínimo uso de productos de alto impacto, y el uso de variedades adecuadas que favorecen el control natural de algunas plagas y enfermedades—”.
Actualmente, señala Paul, “el 100 % de los productores atendidos por el proyecto Agriba Sustentable están utilizando una o más de estas tecnologías principales. Depende de sus condiciones, de su nivel de tecnificación u otros factores, con cuál iniciamos con cada uno de ellos. Puede ser, por ejemplo, que un productor ya tenga maquinaria para hacer cero labranza porque quiere hacer siembra directa, entonces con él la tecnología es agricultura de conservación. Sin embargo, puede haber otros productores que no conocen las propiedades de sus suelos, entonces con ellos la tecnología es fertilidad integral”.