En el municipio de Huatabampo, en el estado mexicano de Sonora, la colaboración entre Granera del Noroeste y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha hecho posible el establecimiento de una plataforma de investigación que se está perfilando como un espacio clave para que los agricultores de la zona mejoren su rentabilidad de forma sustentable.
“Empezamos hace cuatro años en esta plataforma de investigación. De la mano del CIMMYT estamos haciendo agricultura de conservación, la cual facilita la siembra en seco. Este sistema nos brinda un ahorro considerable: tres rastreos, un cinceleo y entre 70 y 80 litros de diésel por hectárea que no consumimos. Así estamos siendo empáticos con el medioambiente, igualmente con el uso de maquinaria, evitamos desgastes; optimizamos el recurso humano y lógicamente tenemos un ahorro económico importante”, menciona Ariel Espinoza, de Granera del Noroeste.
La empresa comercializa granos y brinda servicios de almacenaje y logística; también cultiva, brinda asesoría en agricultura sustentable y produce biofertilizantes. “Estamos comprometidos con el medioambiente y lógicamente con nuestro entorno inmediato que es el Valle del Mayo. Nosotros apostamos por este modelo de agricultura porque el planeta nos lo está exigiendo. Tenemos que ser responsables con nuestro entorno y ver qué le vamos a heredar a las futuras generaciones”, comenta Ariel.
Desde hace aproximadamente 12 años la empresa inició con prácticas de agricultura sustentable, pero fue hace cuatro que Granera del Noroeste, representada por Jesús Atanasio Capaceta, su director general, que inició colaboración con el CIMMYT para establecer la plataforma de investigación. Ahí se validan y promueven prácticas de agricultura de conservación, se han liberado insectos benéficos para el control biológico y otras prácticas que les permiten a los productores reducir costos y hacer un uso más eficiente del sistema de riego de agua.
“Aquí nada más se dieron dos riegos de auxilio —a diferencia del sistema convencional en el que se requieren más riegos—. Igualmente hicimos uso de tecnologías como el sensor GreenSeeker® para optimizar la fertilización nitrogenada y metimos las aplicaciones con drones para no pisar la siembra y así evitar el uso de los tractores y reducir el consumo de diésel”, comenta Ariel.
Para la organización y su concepto de granja integral la agricultura de conservación ha sido clave: “Hemos tenido mejores resultados, el hecho de tener esta soca como cobertura del suelo, por ejemplo, pues ya ahí se tiene materia para abonar el suelo que a la postre va a generar más beneficios. Nosotros hemos obtenido ya excelentes resultados, por eso invitamos a los productores a que se sumen y que vean que la rentabilidad sí va de la mano de la sustentabilidad”.
“Nosotros invitamos a todos los productores a que eviten todo lo posible la quema de la soca. Para empezar, se provoca una fuerte contaminación del aire. Es mejor tenerla como cobertura en tu parcela porque te mantiene humedad; esto es vida en la tierra, entonces no la quemen, aprovéchenla porque es materia orgánica que con las lluvias se va a descomponer, integrándose a los suelos que van a quedar más blandos”, finaliza Ariel.