El 5 y 6 de febrero del 2013 se llevó a cabo el taller de Sensores Remotos en las instalaciones del CIAT. El taller fue organizado por el CIMMYT y CENICAFE y contó con la participación de 23 profesionales de FENALCE, CENICAFE, CENICAÑA, CIAT, CIMMYT, INIA-Perú y el Ministerio de Agricultura del Perú.
El facilitador del taller fue el Dr. William R. Raun, profesor y consejero de la Universidad Estatal de Oklahoma, quien además es líder de proyectos de manejo de nutrientes en diferentes cultivos. Su trabajo abarca también el desarrollo de sensores de bolsillo, sembradoras de maíz para pequeños agricultores, desarrollo de algoritmos para un uso eficiente de la fertilización nitrogenada en varios cultivos, con énfasis en las gramíneas. Además participa en proyectos colaborativos con el CIMMYT en varias partes del mundo.
En el taller se presentaron datos sobre el uso eficiente de nitrógeno (N) en varios cultivos y se describió cómo mejorar esta eficiencia haciendo uso del sensor GreenSeeker, desarrollado por la Universidad de Oklahoma. Este sensor permite evaluar el estado nutricional del cultivo y predecir la recomendación de fertilización nitrogenada a partir del contenido de clorofila. Además, mide la reflectancia del dosel o follaje y genera un índice espectral (NDVI) que está correlacionado con la acumulación de biomasa.
Como parte del evento, se hizo una comparación entre dos versiones del GreenSeeker: la versión original, denominada GreenSeekerTM RT200 Handheld, que pesa 12 kg y tiene un precio de USD 8000, y la versión manual, denominada GreenSeekerTM Handheld Crop Sensor, que pesa solo 1 kg y cuesta USD 500. Se comparó en campo la precisión de las dos versiones y se obtuvo una correlación de 1 entre los datos tomados por ambos equipos. Aprovechando la presencia de profesionales destacados, se propuso generar un algoritmo del GreenSeeker para la fertilización nitrogenada del maíz para Colombia y Perú.
Durante el taller se dio a conocer también una sembradora (Seedplanter) para pequeños productores que evita que el productor tenga contacto directo con la semilla que usualmente está tratada con insecticidas y fungicidas que la protegen de distintas plagas y hongos, pero que pueden ser nocivos para el ser humano.