Las niñas y las mujeres no están adecuadamente representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, siglas en inglés). La probabilidad de que las estudiantes se gradúen en algún campo relacionado con la ciencia es mucho menor que la de los estudiantes hombres, según un estudio realizado por las Naciones Unidas en 14 países. En un esfuerzo por mejorar su representación, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Para celebrar ese día este año, el CIMMYT pidió a algunas mujeres que trabajan en las ciencias agrícolas que compartieran sus puntos de vista sobre lo que les gustaría que cambiara.
Rahma Adam
Especialista de Género y Desarrollo del CIMMYT
Nairobi, Kenia
Hay dos mujeres inspiradoras en la ciencia que han hecho contribuciones significativas al mundo. La primera es Wangari Maathai, y la segunda es Marie Curie. Maathai fue la primera mujer en África oriental y central que obtuvo un doctorado, y la primera que se convirtió en profesora de la Universidad de Nairobi. Hizo una contribución significativa a la conservación del medio ambiente y los bosques, así como a los derechos de las mujeres y la paz. En 1977, Maathai fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement, o GBM), una organización que se dedica a plantar árboles, conservar el medio ambiente y defender los derechos de las mujeres. El GBM ha sembrado más de 51 millones de árboles en Kenia. En 2004, Maathai se convirtió en la primera mujer africana en ganar el Premio Nobel de la Paz.
El trabajo de la científica franco-polaca Marie Curie dio como resultado el descubrimiento del radio y el polonio en 1898, lo cual sentó las bases de la medicina nuclear, que permite obtener imágenes internas de tumores. Curie fue la primera persona y la única mujer que ha ganado el Premio Nobel de la Paz dos veces, incluido el de física en 1903 junto con su esposo Pierre Curie y Henri Becquerel, y el de química en 1911. Fue también la primera mujer que obtuvo el Premio Nobel.
El factor clave que alienta a las mujeres y a las niñas a participar en la ciencia es conectarse, mediante programas de mentoría, con científicas que ya la practican, a fin de apreciar de primera mano lo que es ser una científica, y lo que implica llegar a ser una de ellas. Si empiezan a recibir mentoría desde temprana edad – desde la escuela primaria– eso inspira a las jóvenes estudiantes a interesarse más en sus clases de ciencia y a considerar una carrera en ciencias.
Bev Postma
Presidenta de HarvestPlus
Washington DC, Estados Unidos
Las contribuciones de las mujeres a la ciencia son vastas e incontables. Heroínas como Jane Goodall y Marie Curie están entre las personas dedicadas a la ciencia más famosas del mundo, y resulta que también son mujeres. En lo personal, uno de mis modelos a seguir del pasado es Antoinette Brown Blackwell, a quien no se le recuerda como científica, aunque sus esfuerzos por desmantelar las barreras que enfrentan las mujeres en la ciencia y otros campos intelectuales y de la investigación, son una fuente importante de inspiración para mí. Hoy en día, me inspiran día a día los científicos jóvenes del CGIAR, tanto hombres como mujeres, que siguen combatiendo todas las formas de desigualdad de género y que están haciendo enormes contribuciones a nuestro acervo de conocimientos.
Las mujeres han hecho innovaciones en varios campos de la ciencia desde hace mucho tiempo, pero sus esfuerzos no siempre son reconocidos, recordados o alentados, como suele suceder con los de los hombres. Mujeres de todas las edades han estado librando una difícil batalla para estar en condiciones de igualdad en la comunidad científica. Se están logrando avances, pero las jóvenes aún encuentran muchas barreras al tratar de ingresar en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), y aún existen demasiados obstáculos que tienen que vencer cuando se integran a la fuerza laboral. Las estadísticas hablan por sí mismas y no deben ser ignoradas. El mundo necesita a estas mujeres científicas y tenemos que hacer todo lo que podamos para apoyarlas y alentar una nueva generación de mujeres jóvenes para que ingresen en las áreas STEM. Debemos alentar y fomentar el interés de las jóvenes para que estudien materias STEM, sobre todo en los países en desarrollo. Esto lo podemos lograr resaltando más modelos femeninos a seguir y asegurándonos de darles a las científicas de reciente ingreso y las que ya tienen experiencia la oportunidad de publicar en revistas científicas y participar en paneles de conferencias. Tristemente, en las conferencias STEM aún veo demasiados paneles formados únicamente por hombres. Todos podemos contribuir a crear ambientes de trabajo que ofrezcan oportunidades para que todos logremos nuestros objetivos, sin tener en cuenta el género. Juntos debemos seguir apoyando y alentando a las mujeres científicas en nuestros lugares de trabajo y en todo el sistema CGIAR. Me comprometo a hacer mi parte para apoyar y defender este movimiento.
Julie Borlaug
Inari Agriculture, Inc. VP Comunicaciones y Relaciones Públicas
Estados Unidos
En mi opinión, al haber más mujeres en la ciencia se generarán más innovaciones, y aumentarán la creatividad y la competividad. En comparación con los hombres, las mujeres tienen una manera diferente de ver los problemas y la investigación, y a menudo son más eficaces al comunicarse. Tenemos que cambiar la percepción negativa de la ciencia que existe actualmente, sobre todo en la agricultura. Espero que las mujeres puedan hablar de los beneficios de la innovación y la tecnología de una manera que sea más fácil de entender y aceptar para el público en general.
Me gustaría que hubiera más programas STEM en las escuelas y programas extraescolares que inician a las niñas en la ciencia a temprana edad. Que conozcan la ciencia a temprana edad es fundamental para fomentar su pasión e interés, porque cuando llegan a la adolescencia son influenciadas más bien por sus compañeros y, como resultado, suele ser demasiado tarde para captar su interés.
Además, hay mucha más oportunidad de que los padres les regalen juguetes que familiaricen a las niñas con las matemáticas, la química y la física en sus primeros años. Los bloques de Lego y muchos kits de ciencia tienen líneas exclusivamente para niñas y esto es una manera importante para que las niñas adquieran confianza en sus habilidades. Ya existen en línea varios juegos y aplicaciones STEM que fomentan el interés de las niñas.
Necesitamos más científicas jóvenes que sirvan de mentoras a las niñas utilizando varios medios, incluidas las redes sociales. Es difícil encontrar programas o actividades en las redes sociales que destacan el trabajo de las científicas jóvenes que inspiren a las niñas. ¡Tenemos que hacer un esfuerzo concertado para cambiar esta situación y empoderar a la generación actual y futura de científicas!
Reshmi Rani Das
Becaria del CIMMYT
Hyderabad, India
Las mujeres y las niñas han hecho contribuciones significativas en varias disciplinas científicas, sobre todo en la agricultura, sin importar su estatus social. Sabemos que las mujeres son la fuerza laboral más importante en la agricultura en todo el mundo, pero a veces son marginadas debido a su limitado derecho a la tierra. Cuando esto ocurre, tienen menos control sobre los recursos. Las contribuciones de las mujeres a la agricultura son significativas en todo el sector, comenzando por la investigación y el desarrollo, e incluyendo la diseminación de tecnología escalable que crea la capacidad de generar un impacto en la humanidad.
Por tanto, es fundamental integrar a las mujeres que trabajan en la agricultura y empoderarlas dándoles acceso directo a las modernas tecnologías agrícolas. La presencia de las mujeres en los campos de la ciencia ha sido enormemente desproporcionada en comparación con la de los hombres. Sin embargo, esa tendencia está cambiando poco a poco, a medida que más y más mujeres se integran a esos campos.
La igualdad en el reconocimiento de sus contribuciones y la equidad en su derecho a poseer los recursos podrían ser un fuerte incentivo para que las mujeres y las niñas participen más en la ciencia. Introducir a las mujeres y las niñas a los campos de la ciencia y alentarlas a que hagan lo que su corazón y su mente les digan sin tomar en cuenta los prejuicios sociales que influyen a la hora de elegir una carrera podría ayudar a superar la percepción negativa que las niñas adquieren a una temprana edad de que la ciencia es una materia difícil que hay que evitar. Si a nivel de preparatoria y universitario las niñas se encontraran con ambientes cálidos que las alientan a participar y superar su miedo a la ciencia, las que tienen talento y verdadero interés se animarían a desarrollar sus aptitudes.
El alentar a las mujeres a participar en cursos y talleres y motivar a las jóvenes a explorar e ingresar en campos donde normalmente predominan los hombres, también ayudaría a aumentar el número de mujeres en esos campos, y les proporcionaría más asistencia financiera mediante becas que les permitirían volverse económicamente independientes.
Los padres son los primeros mentores de sus hijos y, por tanto, si desde el principio a las niñas se les apoya, pueden lograr mucho más. Igualmente irremplazable es el valor de la mentoría que reciben fuera del hogar. En el pasado, la mayoría de las mujeres con éxito han atribuido dicho éxito a sus mentores porque les ayudaron a alcanzar sus metas profesionales.
Mina K. Devkota
Agrónoma en Sistemas del CIMMYT
Katmandú, Nepal
Muchas niñas empiezan a hacer contribuciones significativas a la ciencia desde muy temprana edad. Cuando crecen, gran parte de ellas trabajan en organizaciones de investigación, donde contribuyen a diferentes áreas de la ciencia. Asimismo, las mujeres con frecuencia juegan un papel importante en el éxito que logran los hombres que trabajan en la ciencia. Por tanto, las mujeres contribuyen, ya sea directa o indirectamente, al avance de la ciencia.
En mi opinión, si la familia, la sociedad y las comunidades son medios ambientes donde se promueve la adquisición de conocimientos y se apoya la educación y el desarrollo profesional, esto animará a más mujeres y niñas a participar en la ciencia. Por ejemplo, en algunos países, ciertas personas son de la opinión de que las mujeres y las niñas deben limitarse a las actividades del hogar, lo cual constituye un prejuicio injusto que limita su acceso a las oportunidades y a la ciencia.