Una nota de investigación describe las brechas entre los géneros que actualmente existen en la mecanización rural en Bangladesh y propone cómo superar esos problemas.
El uso de tecnologías sencillas como las cosechadoras multi-cultivos puede reducir el tiempo que los agricultores dedican a cosechar hasta en un 80% y los costos de contratar jornaleros de campo hasta en un 60%. El problema es que las mujeres suelen enfrentar restricciones culturales que les impiden trabajar en el campo o tener un negocio de prestación de servicios mecanizados y, además, no tienen acceso equitativo al financiamiento, lo cual es una enorme barrera, ya que las tecnologías pueden costar de 500 a 2,000 dólares.
Los autores sugieren varios métodos equitativos en cuanto al género para diseminar tecnologías, como el uso de subsidios específicos, selectivos e “inteligentes” y el acceso al financiamiento para familias encabezadas por una mujer, métodos para reducir los riesgos de invertir y la priorización del aprendizaje en conjunto, en el que los maridos y las mujeres asisten a cursos de campo juntos y juntos desarrollan planes de negocio.
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Esta nota de investigación es el resultado de los esfuerzos colaborativos de la Iniciativa de Sistemas de Cereales para el Sur de Asia (CSISA), financiada por USAID/Washington y la Fundación Bill y Melinda Gates; el Proyecto de Mecanización e Irrigación de USAID/Bangladesh CSISA; y la Iniciativa sobre el Género, el Cambio Climático y la Nutrición (GCAN) financiada por USAID. En todos estos proyectos colaboran el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, el Instituto Internacional de Investigación de Políticas de Alimentación, empresas internacionales de desarrollo, el Instituto Internacional del Arroz y el Programa de Investigación del CGIAR sobre el Cambio Climático, la Agricultura y la Seguridad Alimentaria.