EL BATÁN, México (CIMMYT) — Un estudio reciente indica que la diversidad de la dieta es mayor en zonas cercanas a los bosques, incluso si la gente no recolecta alimentos en los bosques y no genera ingresos de los productos forestales.
La diversidad dietética refleja la variedad de alimentos que consumimos y está muy relacionada con una nutrición adecuada. Aumentar la diversidad dietética es un elemento fundamental para combatir la malnutrición. En zonas cercanas a los bosques, la gente suele tener huertas caseras muy productivas que fertilizan con estiércol del ganado que pasta en los bosques.
En todo el mundo, y en particular en los trópicos, los bosques que quedan son talados para utilizar la tierra para la agricultura a fin de poder alimentar a la creciente población mundial. Sin embargo, incluso en áreas donde hay abundancia de alimentos, los niños quizá no obtengan vitaminas y minerales suficientes si solo consumen cereales con alto contenido de calorías y pocos nutrientes, un fenómeno al que se denomina hambre oculta. Los autores señalan que, aunque es indudable que los cereales seguirán siendo esenciales para cubrir las necesidades calóricas de la población mundial, es importante mantener –y, en algunos lugares, restablecer– una amplia diversidad dietética cuando hay hambre oculta. Recomiendan que se adopte un método holístico para un desarrollo agrícola que permita mantener la diversidad del paisaje y contrarreste la tendencia actual al monocultivo –en el que se siembra un solo cultivo año tras año– y a la simplificación del paisaje.
Lea aquí el estudio completo: Indirect contributions of forests to dietary diversity in Southern Ethiopia, y consulte el blog del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR).