EL BATÁN, México (CIMMYT)—Los agricultores haitianos están obteniendo beneficios de la semilla de maíz mejorado mediante un proyecto creado para poner en operación el sector local de semilla, mantener la hambruna a raya, terminar con la dependencia de la ayuda internacional y reducir las importaciones.
EL 50% de la población haitiana vive con menos de US $1.25 al día, y 50% de sus alimentos son importados, lo cual los hace vulnerables al aumento de los precios de los alimentos. Haití recibe US $20 millones anuales en ayuda alimentaria tan solo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). Debido a la falta de insumos, la frágil infraestructura y la erosión del suelo, mucha de la agricultura es de subsistencia y restringida por las sequías y las tormentas estacionales.
Hasta que no haya semilla mejorada en Haití, los agricultores seguirán luchando por aumentar sus rendimientos de apenas una tonelada por hectárea; la mayoría se conformaría con mucho menos. “Para ser sustentables, necesitamos sistemas de semilla que sean comerciales”, opina Arturo Silva, líder del proyecto Haiti Mayi Plus, coordinado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con fondos de USAID.
Traer de vuelta a Hugo
Hace 10 años, el investigador del CIMMYT Hugo Córdoba introdujo una variedad de maíz con calidad proteínica en Haití que se volvió muy popular. Los agricultores haitianos la conocen como “Hugo”, pero después de una década sin un sistema que garantice que las variedades que se producen tengan las mismas características genéticas, la semilla que se vende en los mercados de Haití ya no le hace honor a su nombre. Hoy en día, existen únicamente dos productores de semilla oficialmente registrados en Haití.
La primera tarea del CIMMYT es devolverle a Hugo su pasada gloria proporcionando cuatro toneladas de semilla básica para que sea distribuida como semilla comercial y se siembre en Haití. Aunque en octubre el huracán Matthew destruyó 1.5 toneladas de esta reserva, el proyecto persiste en su propósito de superar sus metas debido a los buenos resultados que ha obtenido en otros lugares.
En febrero de 2016, ocho representantes de compañías semilleras, grupos de desarrollo rural y del Ministerio de Agricultura de Haití viajaron al estado mexicano de Oaxaca para asistir a un curso de producción de semilla.
El curso fue tan bueno que, con los 30 kilogramos de semilla de fundación que el CIMMYT proporcionó, se producirán cerca de cuatro toneladas de semilla básica de Hugo en Haití. Además, quienes asistieron al curso han compartido sus conocimientos con cerca de 30 agricultores que tienen el potencial de convertirse en productores de semilla.
Con poco más de una tonelada de semilla básica de Hugo se producirán 140 toneladas de semilla comercial para los agricultores; esto es suficiente para sembrar 7,000 hectáreas de tierra cultivable en la zona identificada por el proyecto en el suroeste de Haití.
El regreso de Hugo es un beneficio inmediato, ya que es una variedad que los agricultores ya conocen y en la que confían. Si los agricultores de las zonas que abarca el proyecto combinan la semilla nueva con buenas prácticas de siembra y fertilizantes, podrán duplicar sus rendimientos, como mínimo.
Hacia la autosuficiencia en maíz en Haití
La agricultura de Haití se transformará solo cuando el país supere otros obstáculos que enfrenta. Por ahora, el CIMMYT, tomando como base el trabajo de USAID con sus colaboradores, está demostrando que el sector local de semilla se puede desarrollar rápidamente.
“Podemos generar un impacto en Haití, pero nuestro propósito es que tengan gente bien capacitada en la producción de semilla de calidad para poder eliminar la dependencia”, señala Alberto Chassaigne, especialista en sistemas de semilla de maíz del CIMMYT.
El CIMMYT está trabajando con centros locales de desarrollo rural (CLDD) a fin de definir las necesidades de los agricultores, difundir información sobre las prácticas agronómicas e identificar aquellos que tienen el potencial de convertirse en productores de semilla. El CIMMYT donó una sembradora pequeña a la Universidad de Quisqueya en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y ahora se están realizando ensayos con los estudiantes para descubrir cómo mejorar la intensidad de siembra en los campos de los agricultores.
Pensando en el futuro, se están realizando estudios en Haití para producir variedades de polinización libre (VPL) e híbridos de alto rendimiento aun mejores que permitan al emergente sector local de semilla llevar la producción de maíz en Haití a otro nivel. La genética especializada del maíz híbrido hace que rinda más que las VPL cuando está bien fertilizado, pero además hay que utilizar un protocolo especial. Los colaboradores del CIMMYT en Haití serán fundamentales para crear un cambio cultural entre los agricultores y que se den cuentan del valor de invertir en mejor semilla y en insumos.
“Creo que si podemos crear un impacto en Haití, pese a todos los problemas que tiene, no habrá otro país en Mesoamérica donde esto no se pueda lograr”, señala Chassaigne. “Trabajo con personas muy proactivas y comprometidas que quieren ayudar a su país; sin ellos no podríamos hacer nada”.