Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no necesariamente del CIMMYT.
EL BATÁN, México (CIMMYT)— Tendremos que adoptar la agricultura sustentable a nivel mundial para proteger los ecosistemas naturales a medida que aumente la producción de alimentos para dar de comer a una población mundial que, según proyecciones, alcanzará los 9.7 mil millones para 2050, opina el autor y ambientalista Mark Lynas.
Es necesario movilizarnos de inmediato para transformar las prácticas agrícolas generales si queremos hacer frente a los desafíos que plantean el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, señala Lynas, quien dará una conferencia en el marco del 50 aniversario del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en septiembre.
En lugar de expandir la producción agrícola a nuevos terrenos, Lynas, que es científico visitante en la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, patrocinada por la Fundación Bill & Melinda Gates, afirma que es preferible utilizar las prácticas agrícolas de la intensificación sustentable para aumentar la productividad y, al mismo tiempo, mantener el equilibrio en el medio ambiente.
Lynas antes se oponía a los organismos genéticamente modificados (OGM), pero cambió de opinión cuando se dio cuenta de que existía consenso científico respecto a la inocuidad de la ingeniería genética. En el cargo que actualmente desempeña en la Universidad de Cornell, da asesorías a los sectores públicos de los países en desarrollo respecto a la aplicación de la biotecnología.
Lynas dará una presentación durante la sesión titulada “Paisajes del futuro” de la conferencia para celebrar el 50 aniversario del CIMMYT el 29 de septiembre de 2016.
En la siguiente entrevista, nos da su opinión sobre el futuro de la agricultura.
¿Cuáles son los retos más grandes que el mundo tiene que afrontar?
En estos tiempos se ha vuelto algo así como un cliché hablar de que tenemos que duplicar el suministro mundial de alimentos para 2050 para poder alimentar a la creciente población humana. Me gustaría agregar una perspectiva ambiental a esta afirmación. Tenemos que duplicar la producción mundial de alimentos, pero al mismo tiempo hay que reducir la superficie de tierra bajo cultivo para proteger los ecosistemas naturales. Frente a las crisis actuales causadas por el cambio climático y la pérdida de diversidad, no podemos seguir destruyendo los bosques u otras zonas ecológicamente valiosas para sembrar, y la única opción viable es intensificar de manera sostenible las áreas que actualmente se cultivan, y dejar que las que ya no se cultivan vuelvan a ser silvestres. Obviamente, esta es una afirmación muy general, pues existe una gran complejidad geográfica y matices subyacentes que no debemos olvidar.
¿De qué manera atiende estos problemas su área de especialización? ¿Cuál innovación cree usted que mejorará la agricultura?
Me interesa particularmente la biotecnología aplicada a la agricultura, porque puede ayudar a mejorar la sustentabilidad de muchas maneras. Básicamente, es mucho mejor para el ambiente si en vez de la química utilizamos la biología para solucionar problemas que van desde el uso del agua hasta el rendimiento y el control de plagas. Un ejemplo es el uso del gen Bt, que produce una proteína en la planta que es tóxica únicamente para la plaga e inocua para cualquier otra forma de vida, incluida la humana. Esta es una opción mucho más sostenible que la indiscriminada aplicación de insecticida que ha tenido graves repercusiones en el medio ambiente y en la salud. Sin embargo, debido a su total oposición al uso de la ingeniería genética, los detractores de los OGM terminan defendiendo el uso continuo de plaguicida, una postura muy extraña de estos supuestos activistas ecológicos. Esto lo observé personalmente en Bangladesh durante la campaña contra la berenjena Bt. Este tipo de superstición anticientífica puede causar graves daños al medio ambiente.
¿Qué resultados le gustaría que tuviera la conferencia del CIMMYT?
Científicos del CIMMYT fueron los coautores del artículo “Reducing emissions from agriculture to meet the 2 °C target” publicado recientemente en Global Change Biology, que insta al sector agrícola a reducir de manera considerable las emisiones de gases de invernadero —en 1000 millones de toneladas al año— para ayudar a cumplir la meta internacional de no aumentar la temperatura global en más de 2ºC. Creo que ésta es una gran iniciativa y me encantaría que otros colaboradores e invitados a la conferencia del CIMMYT le dedicaran más atención. De verdad espero que se dé un diálogo en torno a esta meta y que culmine con verdaderos compromisos y acciones en el campo.