El maíz es el alimento básico de 900 millones de consumidores de bajos recursos en todo el mundo, la mayoría de los cuales consumen alimentos producidos por agricultores de pequeña escala que compran en el mercado. Para estos productores, contar con semilla mejorada que crece y se da bien en los difíciles ambientes donde ellos viven les da la oportunidad de lograr mayores rendimientos y mejorar sus condiciones de vida. Las variedades mejoradas que poseen caracteres como mayor tolerancia a la sequía y resistencia a enfermedades y otros factores adversos, permiten a las familias campesinas invertir más en sus medios de vida y en el futuro de sus hijos.
Un ejemplo es Leskari Ngoidma, agricultor del norte de Tanzania que en 2015 sembró la variedad de maíz tolerante a la sequía HB513, conocida localmente como ngamia, que en swahili significa camello. “Obtuve 15 sacos de maíz de mi parcela de un acre. Normalmente, en un año de muy poca lluvia, como el año pasado, apenas logro cosechar cuando mucho cinco sacos. ¡Esta semilla sí que es buena!”.
Mediante la plataforma que ofrece el Programa MAÍZ del CGIAR, el CIMMYT y el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA) trabajan con más de 300 colaboradores del gobierno, organizaciones no gubernamentales y del sector privado (sobre todo de los sectores locales de semilla) para dar a los agricultores de pequeña escala acceso a las mejores tecnologías agrícolas. Como resultado de estas asociaciones, en 2015 se aprobó la liberación de 64 nuevas variedades de maíz en 15 países.
Peter Mutisya, director de ventas y mercadeo de la empresa MultiAgro Trading Main Suppliers (MAMS), habla de la popularidad de MAMSH093, variedad mejorada de maíz que fue liberada por primera vez en Tanzania en 2013. En vista de que rinde de 8.5 a 10 toneladas por hectárea en condiciones óptimas y de su buen comportamiento en demostraciones en finca, en 2016 MAMS producirá 50 toneladas de semilla de MAMSH093 en Tanzania para la corta temporada de lluvias en octubre; además, planea expandir su distribución a Kenia y Uganda. “A las mujeres agricultoras en particular les encanta esta variedad por su sabor dulce y por su calidad proteínica”, explica Mutisya.
Además de producir rendimientos altos y estables, la mayoría de las variedades poseen varias características especiales. En la República Sudafricana, tres variedades tienen tolerancia a la sequía y al calor, muestran buen comportamiento en suelos con escasez de fósforo y nitrógeno, y son resistentes a la mancha gris de la hoja, el virus del rayado del maíz y el tizón foliar por turcicum.
En África occidental, en 2015, se liberaron 15 variedades de maíz que ayudarán a los agricultores a combatir la letal hierba bruja Striga. En América Latina, se liberaron cuatro variedades con resistencia al complejo de la mancha de asfalto que ha causado graves epifitias en los últimos años. En África subsahariana, 10 nuevas variedades de maíz con calidad proteínica fueron liberadas en 2015.
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