HARARE, Zimbabwe (CIMMYT), 29 de abril de 2016—En una reunión que recientemente celebraron más de 60 investigadores y representantes de donadores, compañías semilleras, sistemas nacionales de investigación agrícola (SNIA) y organizaciones no gubernamentales de África y Australia, se discutió la estrategia del programa Intensificación Sustentable de los Sistemas de Producción de Maíz y Leguminosas para la Seguridad Alimentaria en África Oriental y Austral (SIMLESA).
Los participantes se reunieron en Lilongwe, capital de Malawi, durante la sexta junta anual de revisión y planeación en la que dieron a conocer los avances y logros del proyecto, compartieron las lecciones aprendidas en los pasados seis años y deliberaron sobre cómo mejorar las actividades de implementación en los últimos dos años del proyecto.
“El proyecto SIMLESA se ha centrado en aumentar la seguridad alimentaria a nivel de finca y la productividad en el contexto del riesgo y el cambio climático”, señaló Bright Kumwembe, secretario principal del Ministerio de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Malawi, quien habló en representación del ministro. “El programa se ha convertido en un modelo para muchos proyectos colaborativos a nivel regional y subrregional que se ocupan de la intensificación agrícola. A este respecto, el reto para los SNIA es, sobre todo, poder crear tecnologías, información y conocimientos que aumenten la productividad agrícola de manera sustentable y al mismo tiempo reduzcan los riegos”.
Como parte de la junta, los asistentes visitaron a tres productores del Distrito de Kasungu que participan en ensayos en finca que evalúan prácticas agronómicas convencionales, agricultura de conservación con y sin aplicar herbicidas, y agricultura de conservación con rotaciones de maíz-leguminosas. Se observó que la agricultora Dyless Kasawala logró mejorar la fertilidad del suelo de sus parcelas, aumentar el rendimiento de maíz y mejorar la seguridad alimentaria de su familia.
Los agricultores de la zona están incursionando en actividades de agroprocesamiento, como la extracción de aceite de cacahuate, que agregan valor a sus empresas agrícolas.
Puesto en marcha en 2010 con financiamiento del Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional (ACIAR), el objetivo principal de SIMLESA consiste en mejorar, para 2023, la seguridad alimentaria de 650,000 familias de pequeños productores aumentando la producción de alimentos y los ingresos de los agricultores en situación de vulnerabilidad pero que tienen viabilidad comercial. Las actuales actividades de la Fase 2 de SIMLESA concluirán en junio de 2018.
“El Comité de Supervisión del Programa (CSP) reconoce el arduo trabajo de todos los participantes y en especial de los diligentes científicos de los programas nacionales. SIMLESA va en la dirección correcta para generar impactos significativos en los próximos dos años”, afirmó Eric Craswell, copresidente del CSP.
Los delegados hablaron de la favorable Revisión de Mediano Plazo (RMP) que hicieron el año pasado. “SIMLESA I y II es un programa complejo con muchos países colaboradores, agencias, disciplinas científicas y objetivos. Pese a dicha complejidad, el RMP encontró que todo el programa está bien coordinado por el CIMMYT y que los colaboradores de los SNIA tienen un gran sentido de pertenencia al programa. Fue muy evidente que todo el equipo de SIMLESA está dispuesto a lograr los objetivos del programa, cooperando y trabajando en equipo”, dijo Craswell.
Mulugetta Mekuria, líder del proyecto SIMLESA, resaltó que el CSP de 2015 recomendó que SIMLESA hiciera un nuevo balance de los planes y las actividades de todos los objetivos y temas del programa; se asegurara de que la ciencia que respalda la generación de los paquetes de intensificación sustentable y el diálogo sobre políticas fuera completada y publicada en informes de extensión y publicaciones arbitradas; y redirigiera sus procesos de monitoreo y evaluación, sus planes de comunicación y sus actividades de género.
Para lograr estos cambios, cada uno de los países y el programa en conjunto deben preparar, dentro del presupuesto aprobado, un plan de trabajo revisado que se extienda hasta la conclusión de SIMLESA II. De esta manera, el programa podrá tomar una decisión informada de lo que debe priorizar y lo que tendrá que eliminar, aclaró Mekuria.
Los participantes trataron asuntos clave de la Fase 2, relacionados con las recomendaciones del CSP, y llegaron a la conclusión de que las metas deben incluir:
• consolidar las actividades durante el periodo 2016-2018, sin que se implementen nuevas actividades durante el tiempo que falte para que el programa concluya;
• documentar los hallazgos científicos de toda la investigación realizada y sintetizar las lecciones aprendidas;
• simplificar las actividades del marco lógico y elaborar un plan de trabajo revisado;
• diseminar las tecnologías disponibles entre los colaboradores; y
• rediseñar el componente de ganadería del proyecto para alinearlo con los objetivos de SIMLESA.
John Dixon, asesor principal y gerente del programa de investigación del ACIAR, dijo que la revisión 2015 de SIMLESA había puesto de manifiesto el compromiso de los colaboradores nacionales con el programa.
“Esto nos da la oportunidad de hacer un balance de los planes, enfocarnos en áreas que se pueden integrar y sintetizar los resultados”, puntualizó Dixon. “Ahora es el momento de hacer difusión a gran escala llevando nuestra investigación a los agricultores por medio de la extensión, de las organizaciones no gubernamentales y de las asociaciones de agricultores –y así pasaremos de realizar investigación a entregar sus resultados”.