ESTOS HALLAZGOS PODRÍAN AYUDAR A MEJORAR LA RESILIENCIA CLIMÁTICA DEL TRIGO A NIVEL MUNDIAL
Texcoco, Estado de México, 14 de marzo de 2016—Por primera vez en la historia, un equipo de científicos de China, India, México, Uruguay y Estados Unidos caracterizó genéticamente una colección de 8,400 trigos criollos mexicanos de siglos de antigüedad que están adaptados a condiciones diversas, a veces extremas, y que constituyen un tesoro de diversidad genética con potencial para combatir la vulnerabilidad del trigo a las variaciones del clima.
El estudio publicado hoy en Nature Scientific Reports y coordinado por científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con sede en México contiene información genética crítica sobre los trigos criollos mexicanos que se puede utilizar en el mejoramiento dirigido a aumentar la productividad del trigo a nivel mundial.
Estos recursos genéticos son esenciales dados los efectos climáticos bien documentados que ponen en peligro las zonas productoras de trigo, señaló Sukhwinder Singh, investigador de trigo del CIMMYT y autor de correspondencia del informe.
“Estos trigos nativos, conocidos como trigos criollos, fueron traídos a México durante un periodo de tres siglos comenzando en el siglo XVI”, subraya Singh, quien también da crédito en el estudio al programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), un proyecto de investigación para el desarrollo rural sostenible de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y el CIMMYT. “El trigo no es originario de México pero esto dio a los criollos tiempo de hacerse más resistentes en zonas donde la temperatura al final de ciclo puede llegar hasta los 40°C”.
El calor causa estragos en la capacidad del trigo de producir granos bien llenos. La investigación muestra que los rendimientos de trigo disminuyen 6% por cada grado Celsius que la temperatura aumenta y que el calentamiento ya está limitando los aumentos del rendimiento en las megarregiones productoras de trigo, como las del sur de Asia, que albergan a más de 300 millones de personas desnutridas y cuyos habitantes consumen más de 100 millones de toneladas de trigo anuales.
“Típicamente, las grandes colecciones de semilla constituyen ‘cajas negras’ que los científicos desde hace mucho piensan que contienen diversidad útil pero cuyos tesoros han sido utilizados muy poco, sobre todo porque tenemos poca información de ellas”, explica Prashant Vikram, científico del CIMMYT y primer autor del reporte. “Las nuevas tecnologías nos están ayudando a iluminar los aspectos poco claros de la diversidad de las colecciones. Como parte de MasAgro Biodiversidad, el equipo de investigadores utilizó lo último de la tecnología de genotipeado por secuenciación para formar agrupaciones únicas de trigos criollos que, en conjunto, contienen cerca de 90% de las raras variantes de los genes conocidas como ‘alelos’”.
De acuerdo con Kevin Pixley, Director del Programa de Recursos Genéticos del CIMMYT y fitomejorador con amplia experiencia, los investigadores de trigo podrán enfocarse en grupos de trigos criollos provenientes de regiones con condiciones similares a aquellas en las que trabajan actualmente, o donde trabajarán en las siguientes décadas. “El siguiente paso consistirá en que los mejoradores identifiquen muestras de semilla y genes para sus programas, es decir alelos comunes a un grupo de trigos criollos procedentes de una zona afectada por el calor proporcionando así un valioso punto de partida para explotar esta diversidad recién descubierta”.
El trigo es un pilar de la seguridad alimentaria mundial, pues aporta 20% de las proteínas y las calorías que consume la población mundial y hasta 50% las que se consumen en los países en desarrollo. El informe del Banco Mundial 2015 muestra que, si no se toman acciones, el cambio climático podría disparar los precios de los productos agrícolas y poner en riesgo la seguridad alimentaria en las regiones más pobres del planeta.