De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los rendimientos de trigo por hectárea en Sonora son superiores al promedio nacional y están por encima del rendimiento mundial. El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) explica que este logro se debe a una apuesta histórica por la ciencia.
La alta productividad de trigo en Sonora, refiere el CEDRSSA, ha sido posible gracias “al conocimiento que los productores poseen sobre el cultivo debido a la tecnología generada por los centros de investigación, la diversidad de variedades disponibles y la tolerancia que estas tienen a las enfermedades”.
La vinculación entre los productores del norte de México con la investigación científica se remonta a 1945, cuando el doctor Norman E. Borlaug —Premio Nobel de la Paz por su lucha para prevenir el hambre en el mundo— inició en Sonora los primeros ensayos de selección de líneas mejoradas de trigo con resistencia a royas que condujeron a un crecimiento exponencial de la producción de trigo en México y, posteriormente, en otros países donde la hambruna amenazaba la vida de millones de personas.
Hoy, es precisamente Ciudad Obregón, Sonora, uno de los espacios clave desde donde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores continúan con este esfuerzo histórico para combatir el hambre en el mundo.
Con la presencia adicional del cambio climático complicando el escenario, “Los científicos del CIMMYT en Sonora están enfocados en desarrollar variedades de trigo que puedan enfrentar mejor la sequía, el aumento de las temperaturas y las lluvias excesivas. En otras palabras, el trigo que puede prosperar en las condiciones climáticas extremas e impredecibles que los agricultores están experimentando a nivel mundial debido al rápido calentamiento del planeta”, relata un reportaje del diario británico The Guardian recientemente publicado.
“La diversidad es crucial para mejorar la resiliencia y la adaptabilidad, razón por la cual los científicos están recurriendo a variedades de trigo silvestres y olvidadas de todo el mundo para buscar aquellas con características tolerantes a la temperatura y la sequía, como raíces profundas, hojas cerosas y hormonas del estrés”, continúa el reportaje. Te invitamos a leerlo completo en el siguiente enlace: La carrera contrarreloj para obtener un trigo que sobreviva a la crisis climática.