El aprendizaje es un proceso continuo que nos permite construir conceptos y transformar realidades y ―sobre todo― nos brinda la oportunidad de conocer, experimentar, crear e impactar positivamente mediante el conocimiento. Por esta razón, la formación resulta clave para la adaptación a los escenarios presentes y futuros. Además, es uno de los factores que más influye en el avance de los niveles de bienestar social y crecimiento económico.
Para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la formación de productores, técnicos y otros actores clave es fundamental para generar cambios positivos en el entorno. No obstante, actualmente estamos viviendo un proceso de adaptación a nuevas condiciones globales que están obligando a todos los sectores a transformarse. Y muchas actividades que antes se hacían de forma presencial hoy tienen que realizarse de manera virtual.
Para continuar con los procesos de enseñanza-aprendizaje del CIMMYT, se han diseñado estrategias formativas mediante el uso de tecnologías multimedia. En este sentido, el equipo de capacitación y los especialistas en las diferentes regiones del país han colaborado para diseñar y articular estrategias de formación a distancia, en alineación con la estrategia nacional de distanciamiento físico.
Como parte de las estrategias de formación a distancia se han desarrollado cursos en línea, videoconferencias, tutoriales en plataformas electrónicas, videos informativos, documentos e infografías electrónicas. Destacan por ejemplo la serie de videoconferencias del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT―, con las que se busca generar un canal de comunicación en tiempo real con el especialista o investigador.
Otros ejemplos son la Jornada en Línea: Compartiendo Aprendizajes para una Agricultura Sustentable, del Hub Pacífico Sur, y la videoconferencia sobre el manejo agronómico del girasol en Agricultura Sustentable. Mediante estas, cerca de 15,000 personas ―en promedio― pudieron acceder de manera remota e interactuar con los ponentes.
Este tipo de actividades formativas en modalidad a distancia seguirá siendo continuo. Actualmente, se trabaja en un proceso de sistematización y medición de impactos de esta práctica, para que ―a partir de esta nueva normalidad― se consolide como una innovación en los procesos formativos de los productores y actores clave interesados.
Es importante resaltar que la formación presencial en campo sigue siendo fundamental y es la base del desarrollo de capacidades, pues la interacción entre el especialista y el participante en el contexto real, donde se busca aplicar las tecnologías promovidas, es lo que enriquece y da valor a las capacitaciones.
Finalmente, podemos concluir que el acceso a los medios electrónicos para la formación agrícola continúa siendo un desafío, pero la evidencia nos indica que su alcance es mucho mayor. Es por eso que, frente a un panorama de constante incertidumbre, es importante contar con herramientas que den respuesta a los diversos escenarios que se puedan presentar.
Hoy en día las estrategias de educación se han diversificado, siendo una de ellas la que se desarrolla en entornos virtuales y permite el acceso a medios formativos a distancia gracias a la incorporación de recursos tecnológicos de información y telecomunicación a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Esto implica un reto, no solo para su utilización, sino también para generar ambientes accesibles para todos los interesados en su uso.