En la India, recientemente, se ha experimentado un verdadero auge en el uso de teléfonos celulares en el sector agrícola —para transmitir información de todo tipo, desde tecnologías, prácticas agronómicas, datos climáticos, hasta precios de mercado. Para averiguar si en México está dándose ya esta tendencia, el 26 de junio pasado, Tina Beuchelt, Surabhi Mittal, Dagoberto Flores y Jennifer Zehner, socioeconomistas del CIMMYT, viajaron al valle de Chimalpa, una localidad del municipio de Apan, Hidalgo. Esta zona se distingue por su producción de cebada.
En Chimalpa dialogaron con un grupo de doce agricultores. Los agricultores expresaron su frustración porque, al no haber un canal de comunicación eficiente, no reciben atención de parte de los servicios de extensión y tampoco información. Dijeron que dependen de sus amigos y familiares como su principal fuente de novedades.
Todos los agricultores del grupo tenían celulares, que usan para algunas cuestiones relacionadas con su trabajo. El costo de un celular es relativamente alto, pero los agricultores ahorran tiempo y dinero al llamar a sus técnicos, en lugar de trasladarse en automóvil de un poblado a otro en busca de información. Sin embargo, salvo para hacer llamadas, no parece haber gran disposición de su parte para mandar o recibir información vía SMS (servicio de mensajes cortos), por lo elevado de su costo. Mencionaron además que ninguno de ellos estaba usando el SMS de SAGARPA, e incluso había quienes ni siquiera sabían que existía.
A medida que el diálogo entre los socioeconomistas del CIMMYT y el grupo de agricultores progresaba, éstos últimos manifestaron su deseo de que haya una oficina encargada de difundir información pertinente: pronósticos del tiempo (de lluvia, preferiblemente) para tomar mejores decisiones respecto a la siembra; precio de los cultivos; distribuidoras de insumos; aplicación de insumos; programas de subsidio de parte del gobierno; y de eventos sobre agricultura en general.
Dijeron también que apreciarían que se instituyeran otros medios de comunicación, como estaciones de radio o televisión locales que dedicaran, los fines de semana, algún segmento a temas agronómicos.
Los agricultores mencionaron también algunos problemas de difusión y destacaron la necesidad de que exista un medio de difusión externa confiable. Otros asuntos importantes fueron la desconfianza entre agricultores de poblados cercanos y el hecho de que las redes (o asociaciones) de agricultores no estén bien establecidas.
Al final de la entrevista, los agricultores comenzaron a mostrar más interés en cómo obtener información con sus teléfonos celulares. Pese a su renuencia a la tecnología misma y el costo que implica su uso, mencionaron que si pudiera reportarles algún beneficio, estarían dispuestos a pagar por el servicio en el futuro.
Este diálogo entre el CIMMYT y un grupo de agricultores hidalguenses fue el primer paso para conocer el punto de vista de los agricultores mexicanos respecto al uso de telefonía móvil como un medio de comunicación y difusión más eficaz.