Se dice que en los momentos especiales en la vida de las personas la alegría y la tristeza pueden llegar a producir una extraña mezcla. Esto fue lo que ocurrió en el El Batán el viernes 18 de mayo, cuando en el CIMMYT despedimos a Hugo Córdova, Científico Distinguido. Todo comenzó con una ceremonia en la pirámide del edificio Borlaug; ahí Hugo recibió una placa conmemorativa de manos del Director General Masa Iwanaga. En el texto se reconoce el trabajo que Córdova realizó durante el periodo 1975-2007, cuyos resultados pueden apreciarse en los varios millones de hectáreas que se siembran con variedades e híbridos mejorados de maíz en los países del mundo en desarrollo; el final de la nota dice: “…gracias a su compromiso y su convicción (él) mostró el potencial del fitomejoramiento para incrementar la seguridad alimentaria y mejorar en forma significativa la calidad de vida de los agricultores de los países en desarrollo.” José Luis Torres, mejorador de maíz para valles altos, en nombre del personal de apoyo, pronunció un breve discurso y, entre otras cosas, dijo que “…todos aquellos que habían trabajado con Hugo Córdova habían aprendido algo.”
Después del acto solemne, el ambiente se tornó festivo. La gente se trasladó al Rincón Mexicano, donde celebraron con antojitos, bebidas, música, baile y camaradería. Hugo fue recibido con las vibrantes notas de una alegre melodía interpretada por un mariachi, que siguió tocando por una hora. Más tarde, Marcelo Pérez, Administrador del Programa de Maíz, hizo gala de sus dotes como cantante y guitarrista, acompañado a ratos de los animados coros de la concurrencia. El festejo continuó con música para bailar.
A Hugo la ceremonia y el festejo le parecieron impresionantes y conmovedores. “Quiero dar las gracias a todos los directivos y a la administración, entre ellos, Masa, Marianne y Kevin, de quienes siempre recibí ayuda y apoyo durante los años en que se generaron las tecnologías que hoy día se utilizan en todo el mundo. Quiero asimismo reconocer las contribuciones de los programas nacionales a esta labor y, por último, al personal nacional del Centro, que es la piedra angular del CIMMYT.”
¡Te deseamos lo mejor de la vida, Hugo!