Un reto importante al generar maíz que aproveche mejor el nitrógeno, un producto tan necesario como urgente, es resolver el problema de las variaciones en la fertilidad del suelo en los campos experimentales. Esta fue la conclusion contundente de quienes colaboran en el proyecto Maíz Mejorado para los Suelos de África (IMAS), durante una reunión de trabajo en Durbán, Sudáfrica, del 20 al 25 de febrero pasado, en la que evaluaron los progresos que ha hecho el proyecto en su primer año y planearon actividades para el siguiente. IMAS es un proyecto colaborativo del CIMMYT, Pioneer Hi- Bred (una empresa de Dupont), el Instituto Keniano de Investigación Agrícola (KARI) y el Consejo de Investigación Agrícola (ARC) de Sudáfrica; desde su lanzamiento en febrero de 2010 ha dado capacitación a los científicos que colaboran en el proyecto, establecido sitios de prueba (incluidos los logros en bajar los niveles de nitrógeno en el suelo), ensayado variedades para tolerancia a suelos con escasez de nitrógeno y efectuado estudios para determinar los probables impactos del maíz que hace un uso más eficiente del nitrógeno en la seguridad alimentaria y la susbsistencia en Kenia y Sudáfrica.
“Este es un proyecto extraordinario”, opinó
Lawrence Kent, funcionario de programa de la Fundación Bill & Melinda Gates, que junto con USAID, aportan fondos para IMAS. “Estoy impresionado por la rapidez con que los miembros del equipo de trabajo han asumido sus funciones y por todo lo que reportan apenas un año después de comenzar con el proyecto.
Los rendimientos de maíz en África Subsahariana representan una fracción de aquellos en los países desarrollados, debido principalmente a los suelos empobrecidos de la región, al poco acceso que tienen los agricultores a fertilizantes o a semilla mejorada. Los colaboradores de IMAS emplearán mejoramiento convencional y tecnología de punta (incluidos transgénicos) para generar variedades de maíz que se adapten a los suelos de África y hagan un uso más eficiente de los fertilizantes.
Los grupos de trabajo examinaron los avances en los ensayos en campo, la asociación y mapeo de QTl, y en la búsqueda de genes nativos de maíz con buenos características y “eventos” transgénicos. Fuera de las salas de trabajo, visitaron a pequeños agricultores en Mpande, en la zona de Pietrmaritzburg, Kwazulu Natal, y la estación del ARC en Cedara. El último día, científicos kenianos y sudafricanos perfeccionaron sus habilidad en la caracterización de fenotipos y manejo de datos en un curso que impartieron Erick Ndou, mejorador de ARC; y Gary Atlin, líder de IMAS, Biswanath Das, mejorador, Jill Cairns, fisióloga (CIMMYT-México) y Simbarashe Chisoro, técnico de investigación (CIMMYT-Zimbabwe).
“Los suelos del África Subsahariana necesitan fertilizante”, señaló Greg Edmeades, presidente del comité asesor del IMAS y connotado fisiólogo expert en maíz. “Los productos de IMAS no sustituirán los fertilizantes, pero sí serán de gran ayuda para que esta región del mundo genere sus propios productos alimentarios.”
IMAS agradece al ARC la excelente organización de las reuniones; especial mencion merecen Kingston Mashingaidze, mejorador, y Hendrieta Moletsane, asistente administrativa; así como Lucy Methu, asistente administrativa de CIMMYT-Nairobi.