Ante una situación de volatilidad e inflación inexorable en el precio de los alimentos, un grupo de investigadores de trigo celebró, del 1 al 3 de marzo, una reunión en la que se examinaron las primeras pruebas de un método innovador que promote aumentar tremendamente el potencial de rendimiento de este cereal alimentario básico. El grupo de 71 investigadores provenientes de 13 países (Argentina, Australia, Bélgica, China, Chile, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Irán, México, Reino Unido y Siria), entre ellos algunos de los científicos más connotados del mundo, se reunió en Ciudad Obregón, Sonora, México, donde se llevó a cabo el Primer Taller Internacional del Consorcio para Elevar el Potencial del Rendimiento de Trigo.
El método que están aplicando se centra en la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas utilizan la luz del sol para transformar el dióxido de carbono en biomasa. La ineficiencia fotosintética de la planta de trigo (comparada con las de otros cultivos, como el maíz y la caña de azúcar) es el principal obstáculo que impide mejorar su potencial de rendimiento.
“El mundo necesita urgentemente un avance radical en la fotosíntesis del trigo”, señaló Thomas Lumpkin, Director General del CIMMYT, quien pintó un panorama sombrío de la “tormenta perfecta” que se está fraguando mientras los rendimientos estancados, la creciente escasez de agua y los suelos empobrecidos continúan socavando la seguridad alimentaria mundial.
Las pruebas que sugieren que es posible acelerar la fotosíntesis en el trigo provienen de fuentes poco comunes. Un resultado reciente está relacionado con el “efecto sorprendente”, como lo llama Martin Parry de Rothamsted Research en el Reino Unido, de una sola enzima sobre la producción de biomasa en el tabaco, que aumentó 40% en las primeras siete semanas del crecimiento de la planta. Parry ahora está investigando si el gene bacteriano que produjo este resultado en el tabaco, un producto tan nocivo para la salud, puede tener un efecto similar en el trigo, un alimento básico de crítica importancia.
Otra prueba ha surgido de los resultados de los ensayos de trigo del CIMMYT, realizados en 2010 en el sur de Asia. Entre los materiales de mejor comportamiento había líneas nuevas que fueron generadas combinando características que se sabe que mejoran el comportamiento de las plantas en condiciones de sequía.
“Dado que con este método logramos mejorar el comportamiento del trigo en zonas áridas, esperamos que tendrá un efecto similar, e incluso mayor, en el potencial de rendimiento en condiciones óptimas”, comentó Matthew Reynolds, fisiólogo expert en trigo del CIMMYT que organizó el taller.
Basado en un profundo conocimiento de las bases fisiológicas y genéticas del comportamiento de las plantas, el nuevo método tiene por objeto producir el tan esperado y revolucionario avance en el potencial de rendimiento del trigo. Desde que se creó el Consorcio a fines del 2009, los científicos, con la coordinación del CIMMYT, han estado trabajando en tres líneas principales de investigación.
El objetivo de la primera línea de investigación es aumentar la producción de biomasa en el trigo mediante la modificación genética de una enzima denominada Rubisco, que desempeña un papel clave en la fotosíntesis, pero que es relativamente ineficiente. Otro grupo de investigadores está tratando de modificar diversas características a fin de asegurar que una mayor cantidad de biomasa se convierta en un mayor rendimiento de grano, pero sin debilitar los tallos y las raíces, ya que esto haría que las plantas se acamaran al madurar los granos. Mediante la aplicación de diversos métodos de mejoramiento fitogenético, un tercer grupo conjuntará las características necesarias para producir mayores rendimientos en líneas superiors de trigo que cumplan también con los otros requerimientos de los productores, como la resistencia a enfermedades y la adaptación a diversos ambientes de producción.
Esta labor representa el inicio de un capítulo nuevo e interesante del mejoramiento del trigo y promete elevar el potencial de este cereal hasta en un 50% dentro de aproximadamente dos décadas.