El 12 de septiembre se cumplió un año del fallecimiento de Norman Borlaug, Premio Nobel de la Paz, connotadoinvestigador experto en trigo, personaje admirado y querido en el CIMMYT. Para perpetuar su memoria, el año pasado se plantó un árbol en las instalaciones en El Batán. Este año, como un pequeño tributo, miembros de la familia del CIMMYT depositaron flores en las ramas del árbol. Algunos de manera individual, otros en grupo, todos dedicaron un momento para reflexionar o para compartir recuerdos. No obstante, el mayor tributo que podemos rendirle es continuar la obra a la que él dedicó su vida: aplicar las ciencias agrícolas en beneficio de la humanidad. Mientras continuemos trabajando para cumplir esta meta, Borlaug seguirá vivo en nuestros corazones.