CONOCER EL IMPACTO DIRECTO DEL TRABAJO DE UN MEJORADOR EN LOS CAMPOS Y EN LA VIDA DE MILLONES DE PERSONAS ES UNA GRAN MOTIVACIÓN
Una simple tortilla de harina fue lo que inspiró a Suchismita Mondal elegir la carrera de mejoradora de trigo.Originalmente, Mondal quería estudiar fitogenética, y, por eso, después de egresar de la Universidad de Benarés de la India, viajó a los Estados Unidos para inscribirse en la Universidad Texas A&M.
En Texas A&M se dedicó a estudiar la aplicación de la genética en el mejoramiento de germoplasma de trigo de mejor calidad para hacer tortillas, bajo la supervisión del Dr. Dirk Hays, su asesor de maestría.
“Participar en el proyecto, hacer cruzas y evaluar germoplasma fue mi primer punto de interés en el mejoramiento”, dice Mondal, y agrega que también la inspiró una plática que tuvo con el Dr. Norman Borlaug, Premio Nobel de la Paz, quien era catedrático de la Universidad.
Al Dr. Borlaug se le conoce como el padre de la Revolución Verde por las variedades de trigo enanas que generó en el CIMMYT y a las cuales se atribuye haber salvado de la hambruna a más de 1000 millones de personas en India, Paquistán y otros países del mundo en desarrollo.
“Al conocer el impacto directo del trabajo de un mejorador en los campos y en la vida de millones de personas fue una enorme motivación para mí; y no solo para dedicarme al mejoramiento sino también para trabajar en el CIMMYT”, recalca Mondal.
Posteriormente, para su doctorado, incursionó en el estudio de la función genética que controla la tolerancia al calor en el trigo de invierno.
Después de graduarse en 2011, logró su sueño de trabajar en el CIMMYT. Desde entonces, Mondal ha hecho su carrera en el centro, donde trabaja con el científico distinguido Ravi Singh; actualmente es científica adjunta del programa de mejoramiento de trigo harinero y desarrolla germoplasma de alto rendimiento tolerante al calor y a la sequía.
Gracias a su trabajo en el proyecto de la Iniciativa para la Sistemas de Producción de Cereales para el Sur de Asia (CSISA) se han identificado líneas de maduración precoz, alto rendimiento, tolerantes al calor, con rendimientos superiores a 10-15% en las zonas calurosas del Sur de Asia; dos de esos materiales ya fueron liberados en la India y varios otros se encuentran en diferentes etapas de prueba.
“No se den por vencidas, sigan adelante”, recomienda a sus sucesoras, la próxima generación de mujeres de ciencia.
Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores y no necesariamente representan las del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo.
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