Muchos de los miembros del personal comentaron que el evento se había llevado a cabo en una atmósfera muy positiva y enfocada en el futuro. “Esta es la mejor Semana de la Ciencia en la que he participado en nueve años”, expresó por su parte Guillermo Ortiz- Ferrara, mejorador de cereales en Nepal. Su opinión fue avalada por la del socioeconomista Mulugetta Mekuria, de la oficina en Zimbabwe: “Los nuevos científicos están revitalizando al CIMMYT, haciéndonos más dinámicos, y el Director General participa activamente, dándole una imagen a la administración.”
La semana comenzó con una presentación general de cada programa, seguida de un día de sesiones de análisis que se concentraron en asuntos tales como ciencia y publicaciones, germoplasma y plataformas, así como actividades colaborativas e impactos producidos. El viernes, los líderes ofrecieron presentaciones en torno a proceso de restructuración del CGIAR, derechos de propiedad intelectual, captación de fondos, la biblioteca y el sitio web del CIMMYT. El fin de semana, aproximadamente 100 personas viajaron a la estación experimental Tlaltizapán, donde pudieron observar los ensayos de sequía, ensayos de trigo, y adquirir una mejor idea de las actividades que realizan las estaciones experimentales del CIMMYT en México. Los dos últimos días del evento se dedicaron a asuntos específicos de los programas, con énfasis en la colaboración entre los mismos.“La interacción entre integrantes de los diversos programas esta semana fue muy enriquecedora”, señaló Marianne Bänziger, Directora General de Investigación y Colaboración. “Somos todos en conjunto quienes haremos la diferencia.” El Director del CAP, Pat Wall, coincidió al decir que la interacción que se generó entre programas para hablar de asuntos de interés fue lo más destacado del evento.
Una de las metas principales de la semana fue identificar formas de robustecer la ciencia que hace el CIMMYT. Sin embargo, Tom Lumpkin recordó a la audiencia que aunque hacer ciencia de calidad es vital para el Centro, se trata de un medio hacia un fin. “No estamos aquí solo para hacer investigación; estamos aquí para producir impactos”, señaló.“Nuestra misión es servir a los pobres y a quienes necesitan alimentos.”
Para seguir adelante y cumplir esta misión, Lumpkin propuso tres iniciativas que preparen al CIMMYT para el mundo del año 2050. Las iniciativas incluyen un consorcio para elevar el potencial de rendimiento del trigo; el nuevo proyecto “Semillas del descubrimiento”; y el propuesto Instituto Borlaug para el sur de Asia.
“Existen problemas”, recalcó Bänziger, “pero también soluciones.”