En 1908, en la ciudad de Nueva York, 15,000 trabajadoras de la industria textil se pusieron en huelga en demanda de mejores condiciones de trabajo, menos horas y mejores salarios. Al otro lado del Atlántico, se gestaba el sufragio igualitario y universal —fueron elegidas las primeras mujeres miembros de un parlamento, del Parlamento finlandés, un hecho que inspiró a hombres y mujeres a lanzar una campaña en favor de los derechos de la mujer al voto y a ocupar cargos públicos.
El primer Día Internacional de la Mujer se conmemoró en 1911 con mítines en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza, a los que se sumaron más de 1 millón de mujeres y hombres. Los mítines fueron también un acto de protesta contra la guerra. El último domingo de febrero de 1917 (8 de marzo en el calendario gregoriano), en San Petersburgo, Rusia, el pueblo convocó a una huelga bajo la consigna de “hambre y paz” para exigir una solución a la escasez de alimentos y el fin de la guerra. Este acontecimiento fue el detonante de la Revolución de Febrero —cuatro días después el zar de Rusia abdicó el trono y el nuevo gobierno concedió a las mujeres el derecho a votar.
En virtud de que había surgido de un movimiento socialista, el Día Internacional de la mujer se conmemoraba principalmente en países comunistas y socialistas. Sin embargo, en 1977 la Asamblea General de la ONU declaró el 8 de marzo como el Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.