No contar con buena semilla de variedades apropiadas es un problema para los productores de trigo de pequeña escala en las accidentadas zonas de temporal del Punjab, Paquistán, dijo un grupo de agricultores a 50 representantes de compañías semilleras, agrodistribuidores y organizaciones de investigación y extensión, en un taller celebrado en Chakwal, Punjab, el 18 de septiembre de 2014.
“Noventa y cinco por ciento de los agricultores en Pothwar, una región de tierras abruptas y semiáridas, siembran semilla de variedades obsoletas, normalmente con escasa tecnología moderna y pocos insumos, lo cual no permite un buen establecimiento de planta y merma los rendimientos”, señala Krishna Dev Joshi, especialista en mejoramiento de trigo del CIMMYT basado en Paquistán. “El promedio de sus rendimientos es de solo 0.6 toneladas por hectárea; los agricultores progresistas en zonas de riego cosechan 10 veces más.”
Joshi refiere que únicamente tres variedades abarcan 83% de la zona dedicada a la producción de trigo en la región y que durante 24 años en promedio se han sembrado las mismas variedades. “Una de ellas, C591, es una variedad recomendada en 1934 y sigue sembrándose en alrededor del 14% de los 0.6 millones de hectáreas de trigo en la región”.
Según Akhlaq Hussain, exdirector general del Departamento de Certificación y Registro de Semilla de Paquistán, uno de los problemas es que, pese a que rinden poco, las antiguas variedades tienen muchas características que a los agricultores les gustan. Por ejemplo, su rendimiento es estable en sus difíciles condiciones ecológicas y requieren pocos insumos, además de que da buen sabor y buena textura al chapati.
Muhammad Tariq, Director del Instituto de Investigación Agrícola de Barani (BARI), en Chakwal, Punjab, dice que hay pocos productores o proveedores de semilla de buena calidad, fertilizante u otros insumos para dichas áreas. Los consideran mercados poco atractivos, pero más del 70% de los productores de trigo son de pequeña escala, que siembran entre una y cinco hectáreas, según Tariq.
La cosecha promedio es de solo 1.5 toneladas por hectárea y los agricultores necesitan con urgencia semilla mejorada y tecnología para elevar sus rendimientos, opina Joshi. “Los agricultores que asistieron al taller se quejaron de que no tienen acceso a las variedades rendidoras que les gustan”, explicó. “También mencionaron que es mucho el tiempo —por lo general tres años— que tienen que esperar para conseguir semilla de variedades nuevas, después de que obtienen la certificación”.
Dada esta necesidad y la ausencia de proveedores autorizados, los comerciantes de semilla espuria y los intermediarios a menudo ofrecen productos de mala calidad o no auténticos. “El año pasado compré un saco de semilla de la marca ‘Galaxy’, de una variedad nueva y de alto rendimiento; sin embargo, el insumo era de una variedad totalmente diferente”, relató Haji Muhammad Aslam Ochallee, un agricultor del .
Algunos distribuidores mezclan la semilla o venden grano en paquetes de “semilla certificada”, a bajo precio, para atraer a los pequeños agricultores; de esta manera, los grandes terratenientes venden semilla de manera ilegal a sus vecinos, comenta Qaiser Rasheed, Director Comercial de la empresa Robert Cotton Association. “Todas estas prácticas constituyen una estafa para los agricultores, distorsionan los mercados y hacen que aquellos pierdan la confianza en el sector formal de insumos”, advierte Rasheed.
Los problemas de Pothwar son un reflejo del problema general relacionado con la seguridad alimentaria en Paquistán, opina Joshi. En el “boletín 2014 del Programa Mundial de la Alimentación se menciona que el número de paquistaníes afectados por un alto-severo grado de inseguridad alimentaria asciende a más de 27 millones”, destacó. “La gran inquietud es que muchos de los pequeños agricultores y personas en situación de vulnerabilidad viven en distritos donde se necesita poner especial atención para mejorar la seguridad alimentaria.”
Activar la cadena de valor de semilla de trigo
Como parte del Programa de Innovación Agrícola (AIP) de Paquistán, una iniciativa que patrocina USAID, el CIMMYT colabora con el Consejo de Investigación Agrícola de Pakistán (PARC), el Instituto de Investigación Agrícola de Barani (BARI), en el Punjab, compañías semilleras y productores, para salvar las diferencias que existen en la cadena de valor de semilla de trigo para las zonas de temporal del Punjab.
Los participantes del taller mencionaron la necesidad de que haya una mejor comunicación y coordinación entre las agencias de investigación y extensión con el sector de proveedores de insumos y, sobre todo, una mejor distribución comercial de variedades nuevas para los agricultores. “Si los grupos interesados no se integran y coordinan, los pequeños agricultores seguirán rezagados en cuestión de tecnologías e innovaciones, como variedades de trigo resistentes a nuevas y virulentas enfermedades”, destaca Joshi.
Los agricultores sugirieron que se forme un comité comunitario para que elija y obtenga semilla de variedades nuevas y ayude a que se etiquete de acuerdo con su contenido real. En particular pidieron que se impongan fuertes sanciones a quienes venden semilla espuria.
Por su parte, las compañías semilleras opinan que la ausencia de riego confiable o de almacenes obstaculiza la producción de semilla en Pothwar. “Por esta razón, si la semilla tiene que transportarse desde lugares distantes, los costos se elevan; esto desanima a los compradores y reduce sus ganancias”, alegó el representante de una semillera.
Durante el talle se preparó un acuerdo mediante el cual las compañías privadas producirán semilla prebásica y básica, que será supervisada por mejoradores y para lo cual recibirán apoyo del Departamento Federal de Certificación y Registro de Semilla, con la idea de acelerar la distribución de variedades nuevas. Uno de los resultados fue que Robert Cotton Association recibió semilla prebásica y básica de dos variedades de trigo (Chakwal50 y Dharabi11), desarrolladas y liberadas por BARI, que dará apoyo técnico.
Otros acuerdos que surgieron durante el taller son
los siguientes:
- Ensayos y demostraciones en parcelas particulares para que los agricultores conozcan y elijan variedades nuevas y de alto rendimiento. A este respecto, AIP-trigo empezó a sembrar ensayos de selección participativa en los que agricultores e investigadores evaluarán 14 variedades rendidoras y resistentes de diversa composición genética en 65 parcelas en Pothwar. Además, para ayudar a los agricultores a evaluar y mejorar sus prácticas de campo, el proyecto realiza 20 experimentos participativos de uso de fertilizante y 107 ensayos de semilla prehumedecida, una práctica que mejora la germinación y el establecimiento de las plantas.
- Producción comunitaria de semilla vinculada con empresas privadas, utilizando equipo apropiado y capacitación para obtener semilla de calidad. Los resultados obtenidos a la fecha incluyen semilla de 9 variedades nuevas que se está multiplicado directamente con 52 agricultores de Pothwar en más de 42 hectáreas.