Año: 2017

Los agricultores zimbabwenses dependen predominantemente de la producción de maíz de temporal y eso hace que cada ciclo de cultivo sea una apuesta contra la naturaleza.

El maíz, el cultivo que más se produce en el mundo, aporta cerca de un tercio de las calorías que se consumen en América Latina, el Caribe y África.

Todas las máquinas que se han entregado se utilizan con labranza cero, lo cual significa que los agricultores siembran directamente en los residuos del cultivo anterior.

Dahit da empleo todo el año a 20 jóvenes de la localidad que trabajan como mecánicos y operadores de maquinaria.

Los científicos determinaron que, gracias la labranza cero y las técnicas de retención de residuos, el potencial del calentamiento global fue muy bajo.

Actualmente se está trabajando para averiguar cómo el trigo de invierno se adapta a los patrones climáticos tan diversos de la región.